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Roma (Agencia Fides) – “Es motivo de gran alegría para la Orden de los Hermanos Menores y para la Iglesia toda que un hermano franciscano pueda vivir y trabajar en un Centro de Corea del Norte al servicio de los pobres. Es una presencia que expresa y anuncia paz, reconciliación y solidaridad”: afirmó en un coloquio con la Agencia Fides el p. José Rodríguez Carballo, OFM, Ministro General de la Orden de los Hermanos Menores, ilustrando y comentando la noticia de la apertura de un nuevo “Centro de Servicios para la Paz” en la zona de Pyongyang, con la presencia del p. Paul Kim Kwon-soon, de la provincia monástica de Corea del Sur (ver Fides 10/11/2008).
“El Centro en el que trabajará el p. Paul estará operativo a partir de enero del 2009. Proveerá al almuerzo y a las necesidades alimentarias de 1500 trabajadores que no cuentan con medios de subsistencia, y a sus familias; Además, el fraile dirigirá un ambulatorio que ofrecerá gratuitamente asistencia médica, sobre todo para los más pobres y los más vulnerables”, explica a Fides el Ministro General OFM.
“Es un importante gesto de solidaridad por parte de la Iglesia en Corea del Sur hacia los hermanos del Norte” y, por otra parte, “una buena señal de apertura por parte de las autoridades norcoreanas, que infunde nuevas esperanzas”. Se llama “Centro de Servicios para la Paz”, para destacar que “en el espíritu de San Francisco de Asís, queremos ser mensajeros de paz y reconciliación, anunciando al Evangelio con nuestro testimonio y nuestra presencia humilde”, nota.
El p. Carballo continúa: “Esta ‘misión’ –en el sentido lato del término– es de estilo típicamente franciscano en cuanto que abraza muchos elementos de nuestro carisma. Esperamos, además, que más adelante otro sacerdote pueda unirse al p. Paul, de manera que la misión sea verdaderamente una misión llevada en fraternidad”.
La iniciativa, afirma el Ministro, “es un pequeño signo que esperamos pueda convertirse cada vez más en algo significativo. Es una ventana que se abre para la reconciliación entre las dos Coreas. Queremos acompañar este proyecto y sus desarrollos con la oración, y pedimos a todos los fieles en el mundo unirse a nosotros: el Señor escuchará la voz orante del pueblo coreano que invoca con corazón sincero la paz, la reconciliación, la unidad. Estamos seguros de que los frutos llegarán. No está en nosotros decir cuándo: hoy posiblemente no los veamos en toda su plenitud, pero estamos seguros de que el Señor mira con bondad esta iniciativa y bendice a todo el pueblo coreano, en el Norte y en el Sur de Corea”. (PA) (Agencia Fides 17/11/2008; líneas 29, palabras 440)
