ASIA/PAKISTÁN - Sigue la violencia en la Provincia Fronteriza Noroccidental: una escuela católica femenina ha sido atacada y destruida

jueves, 6 noviembre 2008

Swat (Agencia Fides) – El miedo para los cristianos de la Provincia Fronteriza Noroccidental, en Pakistán septentrional, es un ingrediente de la vida cotidiana. Actos intimidatorios, amenazas, agresiones físicas y verbales continúan mientras los grupos integristas islámicos, los llamados “talibanes pakistaníes” continúan aterrorizando la población no musulmana, imponiendo conversiones al Islam o obligando a las minorías a huir.
El último acto de violencia, registrado con creciente preocupación por la Iglesia local, ha sido contra una escuela católica en Sangota, en la zona de la ciudad de Swat. Como le reportó a la Agencia Fides la Comisión Justicia y Paz de los Obispos pakistaníes, en los días pasados la escuela-internado femenina manejada por las Hermanas Carmelitas Apostólicas cingalesas fue atacada con bombas rudimentarias que destruyeron el edificio. No se registraron víctimas ya que la escuela estaba cerrada por precaución de las mismas religiosas, dadas las amenazas que habían recibido en las semanas precedentes. La escuela fue construida en 1965 y contaba con cerca mil alumnas, provenientes sobre todo de familias pobres, cristianas y musulmanas, del distrito de Swat.
Pero también otras zonas del país están preocupadas por el terrorismo, como afirma el All Pakistan Minorities Alliance, asociación comprometida con la defensa de las minorías religiosas presentes en la nación. En ciudades como Islamabad o Lahore estructuras cristianas han recibido “absurdas amenazas, que tienen como único objetivo sembrar el terror en el corazón de los fieles”. Pakistán se está convirtiendo en “una zona de guerra” afirma el movimiento.
Según los datos de la Iglesia de Pakistán, en la Provincia Fronteriza Noroccidental las escuelas cristianas atacadas en los últimos años son cerca de 150, signo de la creciente ola de intolerancia y de la difusión de grupos integristas islámicos que buscan cancelar la obra de instrucción de los institutos cristianos.
En particular el distrito del valle de Swat está en manos de grupos integristas islámicos de matriz talibana, y las autoridades del estado no parecen tener ningún control sobre el territorio. Aquí las minorías religiosas son víctimas de violencia y persecuciones (cfr. Fides 11/9/2007).
La Iglesia está apelando al nuevo presidente de Pakistán, Ali Zardari, para que tome las medidas adecuadas para frenar el extremismo religioso que pone en riesgo la vida misma de los ciudadanos pakistaníes no musulmanes, negándoles sus derechos y la libertad constitucionalmente reconocida (cfr. Fides 9/9/2008). (PA) (Agencia Fides 6/11/2008 líneas 32 palabras 405)


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