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Kinshasa (Agencia Fides) – La Iglesia Católica universal se moviliza para ayudar a las poblaciones de Kivu del Norte, afectadas por la guerra. “¿Se repite la historia? ¿Estamos ante otro genocidio? Las imágenes nos son familiares. Cientos de miles de personas en la región de la frontera oriental del Congo, cerca a Rwanda, huyen de los rebeldes. En su gran mayoría son católicos, familias pacíficas que han querido iniciar una vida nueva, luego de la última guerra, sembrando sus cultivos y apacentando el ganado”, afirma un comunicado de “Ayuda a la Iglesia que sufre”, enviado a la Agencia Fides. “En este momento los campos están vacíos –prosigue el comunicado–, los niños abandonados y sin asistencia, las viudas y los ancianos están en busca de casas y las escuelas llenas de refugiados que no tienen nada”
“Ayuda a la Iglesia que sufre” ha recogido algunos testimonios dramáticos de la afligida provincia del este de la República Democrática del Congo: “Faltan desde cubiertas hasta un simple plato de frijoles o maíz”, afirmó un sacerdote de la diócesis de Goma. “Madres y niños necesitan agua y cubiertas, ya que las noches son muy frías”. Es necesario encontrar reparo y algo de comer para casi mil personas. Para muchas personas la Iglesia Católica, junto con otras iglesias que trabajan en al región, es la única esperanza de supervivencia. La Obra de Derecho Pontificio “Ayuda a la Iglesia que sufre” está trabajando con ellos y ha enviado ya algunas ayudas de emergencia”.
Una invitación al ayuno y a la oración para todo el mes de noviembre como señal de solidaridad con las poblaciones del norte de Kivu fue lanzado opr la Red Paz para el Congo, desde “Llama a África” y “Felices los Constructores de Paz”, que en un comunicado recuerdan las palabras de los Obispos congoleses: “La guerra en el Congo es una cortina de humo para cubrir el saqueo de las riquezas. Para muchos estos hechos son desconocidos; la información frecuentemente es vaga e imprecisa, y sin embargo lo que está sucediendo es de responsabilidad colectiva. El celular y la computadora funcionan incluso con el coltán que importamos de esas tierras y cuestan sangre”.
“Sabemos que, no obstante estos problemas no resueltos y la gran desilusión luego de las elecciones, gran parte de al población mantiene la voluntad de construir una convivencia pacífica, y desea salir definitivamente de la guerra”, afirma un comunicado firmado por Felices los Constructores de Paz, Llama a África, CIPSI, Commissione Iustitia et Pax de los institutos misioneros italianos, Grupo Paz para el Congo y Mesa de la Paz. “Se necesita dar voz a la política”, continúa el documento que propone, entre otras cosas, “organizar con urgencia la acción humanitaria correspondiente para responder a la emergencia, volver a comenzar a partir de los acuerdos firmados entre las partes; reafirmar el mandato, unificando las reglas de reclutamiento de los contingentes de las Naciones Unidas presentes en Kivu, para que puedan desarrollar la tarea que se les ha asignado, es decir la de hacer respetar los acuerdos y proteger a la población”.
También la AVSI (Asociación de Voluntariado para el Desarrollo Internacional) está comprometida en el área de Goma, como recuerda un comunicado: “Trabajamos en estrecho contacto con la UNICEF, que financia nuestras actividades para los niños de las escuelas primarias, pero el verdadero problema son los jóvenes, aquellos un poco más grandes. Están agrupados por millares en los campos de refugiados y sin la posibilidad de estudiar. AVSI quisiera poder asegurar a estos jóvenes algunos momentos de vida normal. Se están preparando lecciones de emergencia, y entregando material escolástico y didáctico. Es importante no abandonarlos a su suerte, ya que pueden ser blanco fácil de los combatientes. (L.M.) (Agencia Fides 6/11/2008; líneas 41, palabras 616)
