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Kinshasa (Agencia Fides)- “La tragedia humanitaria en Kivu del norte durará aún más tiempo. Ha iniciado la estación de las lluvias y los campos que debían ser arados y sembrados están abandonados. Hay un millón y 600 mil personas que dependen de la ayuda internacional para sobrevivir. Dentro de tres meses será posible sembrar de nuevo, pero se necesitarán otros 3 meses para la cosecha. Mientras tanto habrá que darle de comer a toda la población de Kivu del norte, que de lo contrario podría morir de hambre. Me pregunto si la atención de la comunidad internacional será constante y continuará asistiendo a los refugiados de esta nueva guerra”, dice a Agencia Fides un misionero, de quien por motivos de seguridad no damos el nombre. Habla desde Bukavu, capital de Kivu del sur, provincia limítrofe con Kivu del norte. “En Bukavu la población está preocupado pues se teme que la tragedia de Goma pueda replicarse acá. Sea como sea por el momento la situación en la ciudad es tranquila”, afirma el misionero. Goma es la capital de Kivu del norte, asediada por las tropas del líder rebelde Laurent Nkunda, donde buena parte de los refugiados que estaban en los campos para prófugos se dirigieron tras el avance de las tropas rebeldes.
“Nkunda ha empeorado la situación obligando prácticamente a los prófugos a entrar en Goma. Y no ha querido conquistarla, prefiriendo esperar que el empeoramiento de las condiciones de vida de los habitantes de la capital obligue al gobierno de Kinshasa y a la comunidad internacional a buscar un acuerdo con él”, dice el misionero. “Esto, lamentablemente, ha sido favorecido por el comportamiento de las tropas del Congo que abandonaron sus posiciones defensivas, realizando actos de violencia y saqueo contra los civiles”.
La tragedia humana no debe sin embargo relegar a un segundo plano las causas y responsabilidades de quien ha querido esta nueva guerra. “Nkunda inició su ofensiva en el momento en que el plan ‘Amani’ pasaba a su fase ejecutiva”, recuerda nuestra fuente. El plan “Amani”, que ubica en el ámbito del acuerdo de Goma en enero del 2008 (firmado también por Nkunda), prevé la reagrupación de áreas para las diversas formaciones armadas del Kivu, para proceder seguidamente al desarme y a la reinserción en la sociedad de sus miembros. “En vez de paz, Nkunda ha traído la guerra. Entre su gente se encuentran personas que se habían presentado a las elecciones obteniendo resultados negativos. Estas personas recurrieron a la violencia para afirmarse”, observa el misionero. “En la región nunca cesaron las voces de la posible constitución de un estado secesionista en el norte y en el sur de Kivu, que debería nacer bajo el impulso de la acción de Nkunda. Pero la población local no aceptará nunca vivir en un estado como ese. En los últimos años la República Democrática del Congo hizo progresos notables hacia la paz y la democracia. Por este motivo no se puede permitir que un proyecto de este tipo será realizado por la fuerza”, concluye el misionero. (L.M.) (Agencia Fides 6/11/2008; 36 líneas, 529 palabras)
