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Seúl (Agencia Fides) – Las mujeres católicas en Asia oriental y en el área del Pacífico pretenden comprometerse con la sociedad, con la defensa de la familia, con los derechos de los inmigrantes, por la igualdad de oportunidades, la lucha contra la marginación y la pobreza, para resolver los conflictos: es cuanto emergió en un reciente Congreso realizado en Seúl y organizado por “World Union of Catholic Women’s Organisations”, que reunió a más de 200 mujeres representantes de movimientos y asociaciones en países asiáticos como Hong Kong, India, Indonesia, Japón, Filipinas, Corea del Sur, Taiwán, y naciones en Oceanía como Australia, islas Fiji y Nueva Zelanda.
El Congreso resaltó que las mujeres católicas en Asia están llamadas a llevar el propio testimonio cristiano y comprometerse cada vez más en las actividades de la Iglesia y en la sociedad.
Las mujeres –notó la asamblea- deben ser protagonistas en la pastoral de la Iglesia, que, por su parte, debe valorar el carisma femenino y los recursos humanos existentes en la comunidad. El argumento, si bien ya ha sido discutido en el pasado, no debe ser olvidado pues con frecuencia se asiste a una marginación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones en diversas naciones de Asia y Oceanía.
Muchas mujeres altamente calificadas desean servir a la Iglesia y dar su aporte a la sociedad y a la política, pero con frecuencia son pocas las posibilidades para hacerlo dada la carencia de la igualdad de oportunidades. Por esto existen hoy en diversos países asiáticos organizaciones que promueven la específica presencia y la formación de las mujeres en los diversos sectores de la pastoral: catequético, litúrgico, caritativo y social.
La solidaridad entre los movimientos se demostró por las donaciones de las organizaciones de mujeres católicas coreanas para las mujeres de Fiji, India, Indonesia para financiar proyectos de desarrollo y de construcción dedicados a mujeres en el área rural.
El Congreso destacó la necesidad de poner en “circulación” a las mujeres católicas en Asia y Oceanía, apuntando mucho a la necesidad de valorar el “genio femenino”, el carisma específico de la mujer, para que se exprese mayormente en la vida de la Iglesia y en la sociedad. (PA) (Agencia Fides 5/11/2008; 28 líneas, 383 palabras)
