AMERICA/MEXICO - Misa celebrada en la frontera entre México y Estados Unidos en memoria de los 337 indocumentados que han fallecido durante este año en su intento por cruzar la frontera

miércoles, 5 noviembre 2008

Ciudad Juárez (Agencia Fides) – Acompañados de feligreses y sacerdotes junto con los Obispos de ambos lados de la frontera se llevó a cabo el pasado 2 de noviembre en Ciudad Juárez en la malla fronteriza entre Nuevo Casas Grandes, El Paso y Nuevo México, una misa en memoria de los 337 indocumentados que fallecieron en la región durante este año en su intento por cruzar a los Estados Unidos. La mayoría de estos emigrantes han perdido la vida en el desierto a causa de la sed, por el frío extremo del invierno y o bien por la violencia sufrida en su marcha.
Son ya casi 13 años que se viene celebrando esta misa en memoria de los emigrantes muertos con ocasión de la fiesta de los Fieles Difuntos. En la ceremonia, que se realizó en dos idiomas, participaron cinco obispos y mas de 40 sacerdotes quienes se colocaron junto a la malla metálica que separa a México y Estados Unidos, según ha señalado Mons. Renato Ascencio León, Obispo de Ciudad Juárez. Entre los Obispos estaban también Mons. Gerardo Rojas, de Nuevo Casas Grandes, Chihuahua, Mons. José Guadalupe Torres Campos, Obispo auxiliar de Ciudad Juárez, y del otro lado de la valla participaron Mons. Armando Ochoa, Obispo de El Paso, Texas, y Mons. Ricardo Ramírez, Obispo de Las Cruces, Nuevo México. Fueron colocadas mesas en ambos lados de la frontera para crear un mismo altar.
En el lado estadounidense participaron cientos de católicos que colocaron cruces en la valla; otro tanto ocurrió del lado mexicano, en la colonia Puerto de Anapra.
Según afirmó el Obispo de Ciudad Juárez “las muertes se van a incrementar por la vigilancia sofisticada que aplican las autoridades estadounidenses, así como por las vallas que obligan a los migrantes a utilizar otros caminos más alejados y peligrosos”. Así mismo anunció que los Obispos de México y Estados Unidos elaboraron la carta pastoral sobre migración “Juntos en el camino de la esperanza, ya no somos extranjeros”, en la que establecen que “los migrantes buscan una mejor calidad de vida para ellos y sus familias, para lo cual tienen que arriesgarlo todo en el intento por ingresar a países ajenos, incluso encontrando la muerte”.
Durante la misa los Obispos y sacerdotes invitaron a los católicos presentes a comprometerse por la justicia, dignidad, valores y sobre todo, por la vida de los hombres y mujeres que dejan sus países en busca de esperanzas de mejor vida. (RG) (Agencia Fides 5/11/2008)


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