AFRICA/ERITREA - Las Clarisas Capuchinas se hacen cercanas a la población de Eritrea en la solidaridad concreta y en la oración

martes, 4 noviembre 2008

Asmara (Agencia Fides) – En 1973 los padres Capuchinos, presentes en Eritrea desde hacía tiempo, con una provincia floreciente, solicitaron la presencia de vida contemplativa de las Clarisas Capuchinas. Desde Italia partieron Sor Verónica Tornaselli y Sor Letizia Boccardo, que poco después lograron organizar un primer centro de formación para las novicias, ayudadas por los Capuchinos de Mendeferá.
Hoy, las religiosas presentes en Eritrea son 31 (28 religiosas de votos perpetuos y 3 de votos temporales), las postulantas son 3 y las aspirantes cerca de 50. En la primera Casa, ahora denominada Monasterio Santa Clara, erigida canónicamente según el derecho oriental, se han unido las otras Casas filiales: Santa María de los Ángeles en la capital Asmara y San Damián en Digsa, pueblo que se ubica más al sur. En Mendeferá se está construyendo el nuevo centro de formación, luego de que el cercano convento de los Capuchinos haya acogido y brindado formación durante muchos años a las aspirantes gracias a una oferta educativa más calificada respecto de las escuelas estatales. Los espacios verdes que se encuentran en Mendeferá aseguran un ambiente favorable para el estudio de las jóvenes, a la vez que la calidad de la formación ayuda a la promoción de su estatus social.
En 35 años de presencia en Eritrea, las Clarisas Capuchinas han compartido con la población los muchos periodos de sufrimiento, la larga guerra de independencia, los problemas climáticos (sequedad, carestía) y la inestabilidad política con la vecina Etiopía. Las religiosas se hacen cercanas a través de la oración y de la solidaridad con los pobres y con las personas afectadas por las graves y repetidas crisis económicas, compartiendo con ellas todo lo que tienen. (A.M.) (Agencia Fides 4/11/2008; líneas 20 palabras 281).


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