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Roma (Agencia Fides) – Llegó a su XVIII° edición el “Informe estadístico sobre la inmigración 2008 Caritas/Migrantes”, realizado en colaboración con organizaciones internacionales, estructuras públicas y el mundo social, presentado el 30 de octubre en Roma y, contemporáneamente, en todas las regiones italianas, por Caritas Italiana, por la Fundación Migrantes y por Caritas Roma. “En el camino hacia el futuro” es el lema sobre el cual se ha centrado el documento de este año, documento que, una vez más, se presenta muy rico en información y completo en relación con temas que tienen que ver con la inmigración.
La apertura al futuro parte de la conciencia de que, actualmente y más aún en los años venideros, los destinos de Italia y de Europa estarán inevitablemente unidos a los de personas provenientes de países y de culturas diversas, en parte a causa de un crecimiento demográfico interno que toca los mínimos históricos. Son cerca de 28 millones los inmigrantes residentes en Europa, y cerca de 3 millones 700 mil viven en Italia (el dato corresponde a inicios del 2007), ambicionado destino, sobre todo para los habitantes de Rumania, que llegan a superar los 500 mil, y para los de Marruecos y Albania, que son alrededor de 400 mil. Para todos, es la ciudad de Roma la que acumula las mayores preferencias: en la Capital viven, en efecto, cerca de 300 mil inmigrantes, y 100 mil en las comunidades limítrofes.
La fotografía incluida en el Dossier, compuesto de 512 páginas y más de 50 capítulos, en el que se analiza el fenómeno migratorio en su carácter regional y nacional, muestra antes que nada cómo el crecimiento en el tiempo se ha dado de manera exponencial: en 1970, cuando Italia todavía era tierra de emigrantes, los inmigrantes en nuestro país eran cerca de 144 mil; en treinta años se han multiplicado 25 veces. El mayo pico en el crecimiento se dio en el 2007: durante ese año llegaron a Italia cerca de medio millón de inmigrantes. Dicho incremento se debe, sobre todo, al ingreso de Rumania a la Unión Europea, luego del cual, según Caritas, cerca de un millón de rumanos se habrían transferido a Italia. Así pues, se estima entre 3,5 y 4 millones la presencia de los extranjeros en Italia, dependiendo de si se considera o no a aquellos no registrados oficialmente.
En el Dossier se pueden encontrar muchos datos interesantes: las nuevas migraciones tienen que ver sobre todo con individuos que desean radicar en nuestro país; existen más de 450 mil personas nacidas en Italia, más 600 mil estudiantes, casi 800 mil menores; en el 2006 uno de diez matrimonios es de unión mixta, cifra creciente sobre todo en el norte de Italia; más de 150 mil inmigrantes son emprendedores, y es grande la participación de mujeres en el sector productivo; aunque con mayores dificultades respecto de los italianos, los inmigrantes inician a adquirir bienes inmuebles en Italia. La búsqueda de trabajo representa todavía la primera motivación para llegar a nuestro país, pero como afirma Franco Pittau, coordinador del Dossier, no se debe “subestimar las implicaciones familiares, culturales, religiosas, jurídicas”. Entre los numerosos temas tratados en el Dossier está también el de la seguridad: casi uno de cada cuatro delitos es cometido por un extranjero, aunque la criminalidad está en manos sobre todo de los inmigrantes irregulares que –hay que destacarlo– no pueden ser considerados todos deshonestos. Una vez más, para la integración se hacen necesarias políticas de inclusión social y educación. (P.C.) (Agencia Fides 31/10/2008)
