AFRICA/CONGO RD - “Es necesario poner fin a la ambigüedad del mandato ONU en Congo”, dice un misionero tras las dimisiones del Jefe de los Cascos Azules en el país africano

martes, 28 octubre 2008

Kinshasa (Agencia Fides)- “Espero que con las dimisiones del comandante de la MONUC se afronten los problemas que han impedido a la fuerza de paz de la ONU el funcionar como debería”, dice a Agencia Fides el P. Loris Cattani, misionero javeriano con una larga experiencia en la República Democrática del Congo. Vicente Diaz de Villegas, comandante español de la Misión de las Naciones Unidas en Congo, renunció a su cargo mientras en el norte del Kivu (al este del Congo) las fuerzas del Congreso para la Defensa del Pueblo (CNDP) del líder rebelde Laurent Nkunda están a la ofensiva y ganan terreno. El domingo 26 de octubre las tropas de Nkunda conquistaron la localidad de Rumangabo, a 50km de Goma, capital del norte de Kivu.
“Oficialmente –explica P. Cattani- de Villegas renunció por motivos personales, pero algunos medios de la prensa publicaron algunas de sus declaraciones afirmando que la motivación de su renuncia estaría relacionada a las reglas poco claras e inadecuadas para afrontar la situación. La MONUC en efecto puede recurrir a la fuerza para la auto defensa y para proteger a los civiles, pero no puede comprometerse ofensivamente para desarmar a los rebeldes de Nkunda”.
La población civil de Kivu del norte ha protestado contra los Cascos Azules porque no hacen lo suficiente para proteger a los civiles y traer nuevamente la paz en la región. “Las manifestaciones populares son comprensibles –dice P. Cattani. “En efecto la MONUC es una fuerza militar de 18mil hombres dotada también de importantes medios, mientras Nkunda puede contar con un grupo de 4mil guerrilleros. ¿Cómo explicar entonces que con una tan grande desproporción de fuerzas, Nkunda haya conseguido conquistar importantes lugares estratégicos en el norte de Kivu? El ex comandante se había lamentado recientemente de que algunos miembros de la MONUC seguía órdenes de los países de pertenencia y no los del Jefe de la misión de la ONU. Además, algunos países que abastecerían las tropas de la MONUC tendrían una agenda propia que condicionaría la acción de los Cascos Azules, impidiéndoles poner fin de una vez por todas a las incursiones de Nkunda y de sus hombres”.
“Las fuerzas de Nkunda se están acercando a Goma, que es el objetivo de su ofensiva, según afirmó un portavoz del movimiento rebelde. No creo que la comunidad internacional permitirá que la capital de Kivu del norte caiga en manos de los rebeldes, pues sería el fracaso completo de todos los esfuerzos de paz efectuados en los últimos años”, agregó el P. Cattani.
La ofensiva militar rebelde ha empeorado la ya precaria situación humanitaria en la región, donde los refugiados son más de 1 millón. La estación de lluvias esta además muy cercana y se podría agravar ulteriormente las condiciones de los refugiados. (L.M.) (Agencia Fides 28/10/2008; 34 líneas, 494 palabras)


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