VATICANO - La intervención del Santo Padre en el Sínodo: "por la vida y por la misión de la Iglesia, por el futuro de la fe, es absolutamente necesario superar este dualismo entre exégesis y teología. La teología bíblica y la teología sistemática son dos dimensiones de una única realidad"

lunes, 20 octubre 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "El hecho histórico es una dimensión constitutiva de la fe cristiana. La historia de la salvación no es una mitología, sino una verdadera historia y, por lo tanto, hay que estudiarla con los métodos de la investigación histórica seria. Sin embargo, esta historia posee otra dimensión, la de la acción divina. En consecuencia la Dei Verbum habla de un segundo nivel metodológico necesario para la interpretación justa de las palabras, que son al mismo tiempo palabras humanas y Palabra divina”. Sobre este tema intervino el Santo Padre Benedicto XVI el martes 14 de octubre, en la Decimocuarta Congregación General de la XII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos.
Siguiendo las indicaciones del Concilio, Benedicto XVI indicó los tres elementos metodológicos fundamentales a seguir para tener en cuenta la dimensión divina de la Biblia: “es decir se debe 1) interpretar el texto teniendo presente la unidad de toda la Escritura; esto hoy se llama exégesis canónica; en los tiempos del Concilio este término no había sido creado aún, pero el Concilio dice la misma cosa: es necesario tener presente la unidad de toda la Escritura; 2) también se debe tener presente la viva tradición de toda la Iglesia, y finalmente 3) es necesario observar la analogía de la fe. Sólo allí donde los dos niveles metodológicos, el histórico-crítico y el teológico, son observados, se puede hablar de una exégesis teológica - de una exégesis adecuada a este Libro. Mientras que con respecto al primer nivel la actual exégesis académica trabaja a un altísimo nivel y nos ayuda realmente, la misma cosa no se puede decir del otro nivel. A menudo este segundo nivel, el nivel constituido por los tres elementos teológicos indicados por la Dei Verbum, casi no aparece”.
La ausencia de este segundo nivel metodológico tiene graves consecuencias, indicadas por el Santo Padre: "la Biblia se convierte en un libro del pasado solamente … se queda en el pasado, habla sólo del pasado. Existe también una segunda consecuencia aún más grave: donde desaparece la hermenéutica de la fe indicada por la Dei Verbum, aparece necesariamente otro tipo de hermenéutica, una hermenéutica secularizada, positivista, cuya clave fundamental es la convicción de que lo Divino no aparece en la historia humana.… por consiguiente, se proponen interpretaciones que niegan la historicidad de los elementos divinos. … La consecuencia de la ausencia del segundo nivel metodológico es la creación de un profundo foso entre exégesis científica y Lectio divina. Y ello a veces provoca también una cierta perplejidad en la preparación de las homilías. Cuando la exégesis no es teología, la Escritura no puede ser el alma de la teología y, al revés, cuando la teología no es esencialmente interpretación de la Escritura en la Iglesia, esta teología ya no tiene fundamento”.
El Santo Padre ha concluido su intervención al Sínodo subrayando que "para la vida y para la misión de la Iglesia, para el futuro de la fe, es absolutamente necesario superar este dualismo entre exégesis y teología. La teología bíblica y la teología sistemática son dos dimensiones de una única realidad, que llamamos teología. Por consiguiente, sería deseable que en una de las propuestas se hablara de la necesidad de tener presente en la exégesis los dos niveles metodológicos indicados por la Dei Verbum 12, en la que se habla de la necesidad de desarrollar una exégesis no sólo histórica, sino también teológica. Así pues, será necesario ampliar la formación de los futuros exégetas en este sentido, para abrir realmente los tesoros de la Escritura al mundo de hoy y a todos nosotros”. (S.L) (Agencia Fides 20/10/2008)


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