EUROPA/ESPAÑA - Los Obispos denuncian el nacimiento del primer “bebe medicamento”: “El hecho feliz del nacimiento de un bebé sano no puede justificar la instrumentalización a la que ha sido sometido y la destrucción de sus hermanos generados in vitro”

lunes, 20 octubre 2008

Madrid (Agencia Fides) – Tras el nacimiento en Sevilla (España) del primer “bebe medicamento”, se han alzado numerosas voces para denunciar el hecho y condenar el modo como ha sido concebido pues denigra al ser humano. Efectivamente el pasado 12 de octubre nació el primer bebé seleccionado para curar a su hermano, que sufre una enfermedad hereditaria, una anemia congénita severa que le obliga a someterse a constantes transfusiones sanguíneas. Mediante la técnica utilizada, el diagnóstico genético preimplantacional, los embriones obtenidos a través de la fecundación in vitro son examinados para seleccionar aquellos que no sean portadores del factor genético que puede dar lugar al desarrollo de la enfermedad heredada. Entre los seleccionados, se implantan en el útero materno aquellos embriones que presentan el perfil de compatibilidad genética más adecuado con el hermano enfermo. Los demás son destruidos o congelados.
La Conferencia Episcopal Española ha emitido un comunicado en el que afirman que “se ha puesto el énfasis en la feliz noticia del nacimiento de un niño y en la posibilidad de la curación de la enfermedad de su hermano” y efectivamente así planteada la noticia constituye un motivo de alegría para todos. “Sin embargo – denuncian los Obispos - se ha silenciado el hecho dramático de la eliminación de los embriones enfermos y eventualmente de aquellos que, estando sanos, no eran compatibles genéticamente”. Por tanto, “el nacimiento de una persona humana ha venido acompañada de la destrucción de otras, sus propios hermanos, a los que se les ha privado del derecho fundamental a la vida”.
Según afirman los Obispos el hecho se ha calificado como un éxito y un progreso científico, pero en realidad lo que se ha hecho es “someter la vida humana a criterios de pura eficacia técnica” lo cual supone “reducir la dignidad de la persona a un mero valor de utilidad”. Por un lado se ha privado del derecho de nacer a los hermanos que no eran útiles desde la perspectiva técnica, “violando así su dignidad y el respeto absoluto que toda persona merece en sí misma, al margen de cualquier consideración utilitarista”. Y, por otro lado, se ha escogido un hermano para nacer por ser el más útil para una posible curación, con lo cual “se ha conculcado su derecho a ser amado como un fin en sí mismo y a no ser tratado como medio instrumental de utilidad técnica”.
“El hecho feliz del nacimiento de un bebé sano no puede justificar la instrumentalización a la que ha sido sometido y no basta para presentar como progreso la práctica eugenésica que ha supuesto la destrucción de sus hermanos generados in vitro”, se lee en el comunicado. Los Obispos concluyen que con estas aclaraciones “no se juzga la conciencia ni las intenciones de nadie. Se trata de recordar los principios éticos objetivos que tutelan la dignidad de todo ser humano”.
También el director de la Fundación Vida de España, Manuel Cruz, ha denunciado el hecho, expresando su “más rotunda condena al método por el que ha sido concebido, denigrante para la dignidad del ser humano, al haber sido seleccionado como ganado”.
“A pesar de que el objetivo de salvar una vida sea loable, no se puede permitir que el fin justifique cualquier medio, en este caso, el sacrificio de otras vidas, aunque sea en estado embrionario, tan hermanos del enfermo como el finalmente nacido”, analiza la Fundación Vida.
Además, según afirma, en estos momentos gracias a los avances científicos alcanzados, “existen otras alternativas que no atentan contra la dignidad ni suponen costes de vidas”, como es el caso del uso de los cordones umbilicales congelados para obtener material celular, cuya eficiencia curativa ha quedado perfectamente acreditada. (RG) (Agencia Fides 20/10/2008)


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