ÁFRICA/ANGOLA - Seguir a Cristo para transformar la propia vida y el mundo: Mensaje de los Obispos para el nuevo plan pastoral

viernes, 17 octubre 2008

Luanda (Agencia Fides) – La transformación de la propia vida a la luz de la Palabra de Cristo es el tema escogido por la Conferencia Episcopal de Angola y Sao Tomé para el plan pastoral de los próximos dos años. “Luego de haber meditado en los años pasados sobre el anuncio de Jesucristo y su misterio de salvación y santificación, en los próximos dos años reflexionaremos sobre nuestra vida en Cristo”, afirma el documento de presentación del plan pastoral, publicado el 15 de octubre.
Esta reflexión estará dividida en dos partes: “Durante el primer año reflexionaremos sobre el aspecto personal de nuestra vida en Cristo y en el segundo año sobre su dimensión social. Estamos de esta manera invitados en este año a efectuar un serio análisis de nuestra vida, a la luz del ideal evangélico de las Bienaventuranzas y de los Mandamientos, y a reflexionar sobre cómo hemos vivido la caridad a través de las obras de misericordia. Estamos llamados a hacer de Cristo el centro de nuestra existencia, que realice en nosotros una transformación que nos lleve a decir con San Pablo: “Mi vida es Cristo (Fil 1,21)”.
Esta intimidad con Cristo se la obtiene a través de la lectura y la meditación de la Palabra de Dios, que debe convertirse en nuestro alimento cotidiano de vida y el lugar de la revelación del rostro del Padre. Como hijos, estamos llamados a buscar vivir la intimidad con el Padre en la oración, en sus diversa formas: adoración, alabanza, acción de gracias y súplica; estamos llamados a cumplir la voluntad del Padre en todo, siempre y a cualquier precio, incluso con la propia vida; a evitar toda formad e pecado, que es ofensa a Dios y desobediencia al amor del Padre. Uno de los pecados es la falta de confianza en Dios, que lleva a la persona a creer en la brujería para solucionar los propios problemas, cayendo en el miedo y en la esclavitud a poderes reales o imaginarios, olvidando que somos hijos y no esclavos”.
Sin embargo, esta búsqueda personal de la imitación de Cristo, no es completa si no tiene una dimensión social. Los Obispos recuerdan que “en un mundo tantas veces marcado por la crueldad, por el culto a sí mismo y por el hedonismo, estamos llamados a vivir en el seguimiento del Maestro con todas las consecuencias que ello comporta. Estamos llamados, con Cristo, a ser signo de contradicción, a no aceptar la lógica del mundo, para mostrar a la sociedad de hoy que sólo el amor y el servicio hacen libres y hacen de todos nosotros una única familia de Dios, una comunidad de hermanos”.
“Creer en Cristo significa escoger su verdad, su opción por los más pobres, por una vida guiada por valores morales coherentes. Somos conscientes de las dificultades que deben afrontar muchos de nuestros hermanos que viven en medio de en una lucha cotidiana por la supervivencia, y expresamos a ellos nuestra solidaridad, pidiendo a todas las fuerzas sociales y políticas que se unan para derrotar toda situación de pobreza”.
“Que María nos acompañe en esta subida a Dios y nos guíe en nuestro camino de auténticos seguidores de Cristo, de fermento para el mundo, de creadores de una verdadera comunidad de fieles. Y que San Pablo, el gran apóstol, en este año dedicado a Él, sirva como modelo para todos nosotros en la comunicación del Evangelio, en la denuncia de la situación de pobreza y de injusticia y para ser testigos de los valores del Reino”, concluye el Mensaje. (L.M.) (Agencia Fides 17/10/2008; líneas 38, palabras 589)


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