VATICANO - Mensaje del Papa: “Una campaña eficaz contra el hambre exige mucho más que un simple estudio científico. Es necesario, antes que nada, redescubrir el significado de la persona humana, en su dimensión individual y comunitaria, desde el fundamento de la vida familiar, del que proviene el sentido de la solidaridad y del compartir”

viernes, 17 octubre 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides)- En el Mensaje enviado al Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Jacques Diouf, en ocasión de la Jornada Mundial de la Alimentación del 2008 con el tema “La seguridad alimenticia: desafíos del cambio climático y de la bioenergía”, el Santo Padre destaca que la jornada coincide “en un momento particularmente difícil para la situación alimenticia mundial, en el momento en el que la disponibilidad de alimentos parece insuficiente respecto al consumo y las condiciones climáticas contribuyen a poner en peligro la supervivencia de millones de hombres, mujeres y niños, obligados a abandonar sus tierras para buscar algo con que alimentarse”.
Frente a esta situación, mientras la Conferencia de alto nivel promovida por la FAO en el pasado junio permitió hacer un llamado a la comunidad internacional para que asuma su responsabilidad directa frente a la inseguridad alimenticia, el Santo Padre reafirmó: “el primer compromiso es el de eliminar las ideas que impiden un respeto auténtico de la dignidad de la persona. Los medios y recursos de los que el mundo dispone hoy pueden dar suficiente comida y satisfacer las necesidades de todos. Los primeros resultados de los esfuerzos realizados para aumentar los niveles globales de producción lo han demostrado”.
Analizando los numerosos motivos que han llevado a esta situación, el Papa cita: la carrera del consumo, la falta de una voluntad decidida a concluir negociaciones y frenar los egoísmos de estados o de grupos de países o poner fin a aquella “especulación desenfrenada” que condiciona los mecanismos de los precios y de consumos, la ausencia de una administración correcta de los recursos alimenticios causada por la corrupción en la vida pública o por inversiones crecientes en armas y tecnologías militares sofisticadas sacrificando las necesidades principales de las personas. El origen común de estos motivos se encuentra “en un falso sentido de los valores sobre los que se deberían fundar las relaciones internacionales, en particular la actitud difundida en la cultura contemporánea que privilegia solo la carrera hacia bienes materiales, olvidando la verdadera naturaleza de la persona humana y sus aspiraciones más profundas”.
“Una campaña eficaz contra el hambre –prosigue el mensaje del Papa- exige entonces mucho más que un simple estudio científico para hacer frente a los cambios climáticos o para destinar la producción agrícola en primer lugar al uso alimenticio. Es necesario, antes que nada, redescubrir el significado de la persona humana, en su dimensión individual y comunitaria, a partir del fundamento de la vida familiar, fuente de amor y afecto del que proviene el sentido de la solidaridad y del compartir. Este cuadro responde a la necesidad de construir relaciones entre los pueblos basadas en una constante y auténtica disponibilidad, de hacer a cada país capaz de satisfacer las necesidades de las personas en necesidad, pero también de transmitir la idea de relaciones fundadas en el intercambio de conocimiento recíproco, valores, rápida asistencia y respeto. Se trata de un empeño por la promoción de una justicia social efectiva en las relaciones entre los pueblos, que exige a cada uno ser consciente de que los bienes del creado están destinados a todos y que en la comunidad mundial, la vida económica debería estar orientada hacia el compartir de estos bienes, hacia su uso duradero y la justa repartición de los beneficios que derivan… Una condición esencial para aumentar los niveles de producción, para garantizar la identidad de las comunidades indígenas, y también la paz y seguridad en el mundo, es asegurar el acceso a la tierra, favoreciendo así a los trabajadores agrícolas y promoviendo sus derechos.” (S.L.) (Agencia Fides 17/10/2008; 46 líneas, 656 palabras)


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