VATICANO - Benedicto XVI a los Obispos del Ecuador: bajo el impulso de la fuerza divina del Espíritu Santo se renueva el ardor misionero de los principios de la predicación evangélica, y también del primero anuncio del Evangelio en vuestra tierra"

viernes, 17 octubre 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "Constato con satisfacción que una de las iniciativas pastorales que consideráis más urgentes para la Iglesia en Ecuador es la realización de la "gran misión" convocada por el Episcopado Latinoamericano en Aparecida y que ha sido confirmada en el Tercer Congreso Americano Misionero, celebrado en Quito el pasado mes de agosto”. Con estas palabras el Santo Padre Benedicto XVI se ha dirigido a los Obispos del Ecuador a los que ha recibido en audiencia el 16 de octubre, con ocasión de la visita "Ad limina Apostolorum."
Después de haber expresado sus pésames por la muerte del Cardenal Antonio José González Zumárraga, Arzobispo emérito de Quito, "quien con tanta abnegación y fidelidad ha servido a la Iglesia hasta el final de sus días", el Papa ha subrayado que "la llamada que el Señor Jesús dirigió a sus discípulos… debe ser para toda la comunidad eclesial un motivo constante de meditación y la razón de ser de toda acción pastoral. También hoy, como en todas las épocas y lugares, los hombres tienen necesidad de un encuentro personal con Cristo, en el que puedan experimentar la belleza de su vida y la verdad de su mensaje”.
Para ser capaces de hacer frente a los numerosos desafíos que plantea la misión de la Iglesia "en un contexto cultural y social que parece haber olvidado las raíces espirituales más profundas de su identidad", el Santo Padre ha invitado a los Obispos a abrirse dócilmente a la acción del Espíritu Santo, para que, bajo su impulso, “se renueve el ardor misionero de los inicios de la predicación evangélica, así como del primer anuncio del Evangelio en vuestras tierras. Para ello, resulta necesario llevar a cabo un generoso esfuerzo de difusión de la Palabra de Dios, de tal manera que nadie se quede sin este imprescindible alimento espiritual, fuente de vida y de luz. La lectura y meditación de la Sagrada Escritura, en privado o en comunidad, llevará a la intensificación de la vida cristiana, así como a un renovado impulso apostólico en todos los fieles”.
En esta laboriosa tarea misionera, los Obispos pueden encontrar los primeros colaboradores en los sacerdotes, que ha exhortado a acompañar "con la oración, afecto y cercanía, asegurándoles, además de una adecuada formación permanente que les ayude a mantener vibrante su vida sacerdotal". A continuación el Papa ha invitado a los Obispos a animar a los religiosos en su testimonio de vida consagrada "que tantos frutos de santidad y de evangelización han dado en esas tierras", y a continuar " en una amplia y generosa pastoral vocacional, sembrando en los jóvenes la pasión por la figura de Jesús y los grandes ideales del Evangelio. Este esfuerzo ha de ir acompañado del máximo cuidado en la selección y en la preparación intelectual, humana y espiritual de los seminaristas”.
En la parte conclusiva de su discurso, Benedicto XVI ha subrayado la necesidad para la Iglesia de Ecuador de "un laicado maduro y comprometido que, que, con una sólida formación doctrinal y una profunda vida interior, viva su vocación específica: iluminar con la luz de Cristo toda la realidad humana, social, cultural y política … Si bien la actividad de la Iglesia no puede confundirse con el quehacer político (cf. Deus caritas est, n. 28), ha de ofrecer al conjunto de la comunidad humana su propia contribución a través de la reflexión y de los juicios morales, incluso sobre aquellas cuestiones políticas que afectan de modo especial a la dignidad de la persona". Entre estos el Papa ha mencionado la promoción y la estabilidad de la familia, la defensa de la vida humana desde la concepción hasta su fin natural y la responsabilidad de los padres en la educación moral de los hijos.
Después de haber exhortado a los Obispos "a prestar una atención particular a la acción caritativa, en el que se haga presente el amor misericordioso de Cristo", el Papa ha invocado la intercesión de la joven santa ecuatoriano Narcisa de Jesús Martillo Morán, para que todas las Iglesias locales del Ecuador, "llenas de fe y de esperanza, se lancen a la apasionante tarea de sembrar el Evangelio en el corazón de todos los hombres y mujeres de esa bendita tierra” (S.L) (Agencia Fides 17/10/2008)


Compartir: