OCEANÍA/AUSTRALIA - El 28 de septiembre se celebra la Jornada de la Justicia Social. Los Obispos australianos señalan los desafíos de las nuevas pobrezas

miércoles, 17 septiembre 2008

Sydney (Agencia Fides) – Australia es una nación joven y rica, pero a la que no le faltan los desafíos de una creciente pobreza, desocupación, marginalización y un marcado contraste entre ricos y pobres. Es lo que afirman los Obispos australianos en el Mensaje por la Jornada de la Justicia Social 2008 que se celebrará en todas las parroquias el próximo 28 de septiembre.
El Mensaje se titula “Una joven y rica nación: el desafío de la abundancia y de la pobreza en Australia” firmado por S.E.R. Mons. Christopher Saunders, Presidente de la Comisión para la Justicia Social de la Conferencia Episcopal Australiana, recordando la pregunta que Jesús le dirigió al joven rico (Mc 10, 17-22) y que, evidencian los Obispos, “es la misma que enfrentamos en Australia el día de hoy: ¿usaremos nuestro bienestar en beneficio de todos, en particular de los más necesitados? ¿Seremos capaces de actuar según el desafío que nos presenta Jesús?”.
Entre los datos que propone el mensaje se indica que el 11% de la población australiana vive bajo el índice de pobreza, incluyendo 412,000 niños. Un dato preocupante que se esconde bajo una apariencia de bienestar colectivo.
El texto indica como la propagación del consumismo, del materialismo y del hedonismo en la sociedad australiana, junto a una difundida prosperidad, pueden tener profundas consecuencias: Un aumento de las diferencias entre ricos y pobres con crecientes fenómenos de desocupación y marginalización social; un difundirse de otro genero de pobreza, de tipo espiritual, que supone una falta de valores, el egoísmo en vez de la solidariedad, el secularismo y un vacío existencial que los bienes materiales no pueden colmar.
Así mismo, los Obispos hacen notar como los grupos más desfavorecidos, que no mantienen el ritmo del crecimiento económico, son muchas veces los indígenas, que sufren discriminación y prejuicios. Por eso invitan a todos los ciudadanos a comprometerse con actividades solidarías, como las que administra la Iglesia católica y otras organizaciones, para trasmitir en la sociedad australiana nuevos sentimientos que ayuden a integrar a los más pobres en el bien común.
“Como individuos, como familias, como parroquias y comunidades, podemos tener la iniciativa de salir al encuentro de nuestros hermanos y hermanas más necesitados. Acogiendo a los pobres y a los marginados acogemos a Cristo, nuestro Dios y Creador, en nuestros corazones y en nuestras vidas” afirma el texto.
El Mensaje será difundido y comentado en todas las diócesis el próximo 28 de septiembre a través de una jornada de estudio, congresos y debates, así como con una Celebración Eucarística y una vigilia de oración. (PA) (Agencia Fides 17/9/2008 líneas 34 palabras 450)


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