ASIA/COREA DEL SUR - Tercer Congreso anual de las organizaciones sociales católicas

viernes, 12 septiembre 2008

Seúl (Agencia Fides) – “Que el servicio a los últimos, a los pobres y marginados, sea un lugar precioso para testimoniar el amor de Dios viviente”: lo ha afirmado Su Excelencia Mons. Lázaro You Heung-sik, Presidente de la Comisión Episcopal para Caritas Coreana, en la Santa Misa de apertura del Tercer Congreso nacional de las organizaciones sociales católicas, celebrado recientemente en Seúl sobre el tema “Que todos sean una sola cosa: comunión, generosidad y madurez”.
Participaron en el Congreso más de 350 delegados de 15 diócesis coreanas que discutieron sobre los nuevos retos que se presentan para la comunidad católica coreana – particularmente a las asociaciones caritativas – en el trabajo social, en el campo de la instrucción, de la salud, de la asistencia a los pobres y a los marginados, a los enfermos y discapacitados.
Los participantes escucharon una relación sobre el tema “Identidad de la obra social católica y comportamiento de los agentes”, ofrecida por el prof. Francisco Oh Kyeong, docente de la Universidad de Incheo, quien recordó las motivaciones profundas y las raíces espirituales de todos aquellos que, como cristianos, están comprometidos en la labor social, en sintonía con lo que afirma la doctrina social de la Iglesia.
Caritas de Corea y otras organizaciones sociales católicas están comprometidas en dos niveles: el internacional, con su ayuda a Corea del Norte y a otros países pobres del mundo; el interno, con apoyo y asistencia a los grupos menos favorecidos, a los pobres y enfermos que viven muchas veces al margen de la sociedad coreana, caracterizada por su alto nivel de tecnologización, bienestar y consumismo.
Las organizaciones invitan a todos los coreanos “a prestar atención a los problemas sociales y a los desequilibrios existentes entre ricos y pobres, en Corea y en el mundo”. Desde hace algunos años las asociaciones católicas conducen una campaña de sensibilización sobre el estilo de vida que se va imponiendo en la sociedad coreana, recordando que cada cristiano está llamado a promover una cultura de la sobriedad y de la solidaridad. (PA) (Agencia Fides 12/9/2008; líneas 24, palabras 335)


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