AFRICA/CONGO - “Un obispo debe zambullirse en la vida cotidiana de su pueblo, compartiendo sus alegrías y tristezas, sus esperanzas y tribulaciones”: la homilía del Cardenal Dias en la ordenación del Obispo de Quesso.

jueves, 11 septiembre 2008

Brazzaville (Agencia Fides)- “Ser Obispo en la Iglesia de hoy es un encargo muy pesado y lleno de responsabilidades y supone servir a Dios y a los fieles con todo el cuidado y el amor del Buen Pastor” lo recordó S.E.R. Cardenal Ivan Dias, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, durante la homilía en la Misa celebrada con ocasión de los 25 años de la diócesis de Quesso, en la República del Congo. Durante la Misa, celebrada el 7 de setiembre en la catedral de Quesso, el Cardenal Dias le otorgó la ordenación episcopal a Mons. Yves Marie Monot, de la Congregación de los Espiritanos, nuevo Ordinario de la diócesis. El Cardenal está visitando el país con ocasión del 125 aniversario de su Evangelización.
“Si la tarea del Obispo —afirmó el Cardenal Dias— es una tarea que necesita una disponibilidad total a la acción del Espíritu Santo” no es menos cierto que el Obispo “necesita la Gracia de Dios y el apoyo de sus diocesanos desde el momento en que asume su función de Buen Pastor delante de la grey que el Santo Padre le ha confiado”.
“Un Obispo —subrayó el Cardenal Prefecto— debe zambullirse en la vida cotidiana de su pueblo, compartir sus alegrías y tristezas, sus esperanzas y tribulaciones, y buscar junto a él la solución a los problemas tratando de aligerar las miserias humanas, físicas y morales, incluyendo sus pecados”.
En la homilía el Cardenal Dias explicó a los fieles los distintos momentos del rito de ordenación, subrayando el hecho de que “con la solemne oración de ordenación los Obispos le rezan al Señor para que descienda en abundancia sobre su siervo, P. Monot, la fuerza que viene de los Alto, el mismo Espíritu Santo que descendió bajo sobre el hijo adorado, Jesucristo, durante el bautismo en el Jordán, y que descendió sobre los Apóstoles el día de Pentecostés en el Cenáculo de Jerusalén”.
“Sed siempre agradecidos con quién ha aceptado ser vuestro Obispo y Padre, y procurad que siempre esté lleno de alegría y consolación por el servicio de amor que ejercitará entre vosotros como pastor, maestro y guía espiritual” concluyó el Cardenal Dias agradeciendo también a “los agentes apostólicos que trabajan en la diócesis de Quesso. En particular a la Congregación de los Espiritanos, a la que pertenecía p. Monot, por haber sido los primeros evangelizadores de dichos territorios”. (L.M.) (Agencia Fides 11/9/2008 líneas 32 palabras 432)


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