EUROPA/ITALIA - Uno de cada cinco adultos no tiene una instrucción básica, 137 millones de niños y jóvenes son analfabetos, “un grave desventaja para toda la sociedad en los países en vías de desarrollo”: Dossier Fides con ocasión de la Jornada de la Alfabetización

viernes, 5 septiembre 2008

Roma (Agencia Fides) - En base a los últimos datos estadísticos disponibles 774 millones de adultos (uno de cada cinco) no tienen una instrucción básica; dos tercios de los analfabetos adultos son mujeres; 137 millones de niños y jóvenes son analfabetos; el 61% de los cuales son muchachas; 72,1 millones de niños no han frecuentado nunca una escuela, muchos más asisten con irregularidad o la han abandonado. Éstas son algunas cifras sobre la situación de la alfabetización en el mundo que la Agencia Fides presenta en el Dossier que será publicado el día de mañana (en italiano), sábado 6 de octubre, víspera de la Jornada Internacional de la Alfabetización instituida por la UNESCO en 1967 y que se celebra el 8 de septiembre.
Hasta el día de hoy mantiene una gran actualidad la Carta que Juan Pablo II le dirigió al Director General de la UNESCO el 25 de agosto de 1982 con ocasión de la Jornada de la Alfabetización y que es citada por el Dossier de Fides. En ésta el Papa afirma entre otras cosas: “El nuevo orden internacional que se proponen instaurar los hombres de buena voluntad, ¿no supone que los menos favorecidos ocupen su puesto pleno y completo en la sociedad moderna y dejen ya de ser tratados como marginados? Ahora bien, los analfabetos están en gran desventaja para su progreso cultural, relaciones diarias e inserción en sus varios ambientes de vida y posibilidades de trabajo. El analfabetismo, cuando es patrimonio de un gran porcentaje de la población, constituye una traba tremenda para el conjunto de la sociedad de los países en vías de desarrollo. Y también es impedimento para los mismos analfabetos y su entorno en los países de mayor prosperidad, pues se les deja aún más de lado en la evolución general. Por ello, a la conciencia de los hombres de hoy, se plantea este interrogante: ¿Cómo ‘desmarginalizar’ a los analfabetos?”.
Entre los datos del Dossier de Fides se presenta una visión panorámica continental. En África 133 millones de jóvenes en edad escolar son analfabetos por lo que invertir en su instrucción y formación es una opción obligatoria para poder obtener resultados concretos en el desarrollo económico, político y social del continente. Muchos son los motivos del abandono escolar en los países asiáticos. Entre los problemas más graves de este continente está el de los niños trabajadores, y que muchas veces representan una importante fuente de ingresos para sus familias, sino la única. Llevan a cabo trabajos muy duros y durante muchas horas al día, haciendo prácticamente imposible que puedan frecuentar al mismo tiempo las escuelas. En muchos países de Asia la instrucción no es gratuita y con frecuencia los costos escolásticos están por encima de las capacidades económicas de las familias.
Entre 1960 y 1990 las inscripciones a las escuelas elementales en América Latina han aumentado de manera importante sin embargo el problema del analfabetismo aún no ha sido resuelto. En la mayor parte de los casos el derecho y la obligación de estudiar son principios reconocidos por las Constituciones, pero la pobreza de amplios segmentos de la sociedad favorece el abandono escolar. Un cuarto de los niños que se inscribe al primer año de escuela no logra llegar al final del ciclo escolar. Entre las causas del abandono escolar hay que señalar el trabajo de menores, pero también el alto número de desaprobados (en algunos países llega el 40%).
Bruno Fabre, responsable de las actividades internacionales de la Confédération Internationale Société de Saint Vincent de Paul, en una entrevista reportada en el Dossier de Fides ilustra la actividad de dicha organización en el mundo: “En muchos países, por lo menos en cuarenta, llevamos adelante tareas educativas. Las más simples consisten en ayudas financieras para pagar la inscripción a las escuelas, al colegio o a la Universidad a favor de niños y jóvenes. Damos también bolsas de estudio y otras formas de ayuda como libros, material escolar, uniformes, comida etc. Esto lo hacemos por ejemplo en Turquía, Israel, Estados Unidos, Sudáfrica, Colombia, Botswana, Burundi, Etiopia, Lesotho, Rwanda, Zimbabwe, Jamaica, Uruguay, Perú, Pakistán, República Dominicana. En otros países como Nueva Zelanda, Francia y Bélgica ayudamos a los estudiantes más pobres con los deberes escolares en casa o en general a estudiar”. (DQ/SL) (Agencia Fides 5/9/2008, líneas 51, palabras 749)


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