EUROPA/ITALIA - Del 8 al 12 de septiembre se realizará la 40ª Semana Bíblica Nacional, en el 60º aniversario de la fundación de la Asociación Bíblica Italiana y a la vigilia del Sínodo de los Obispos dedicado a la Palabra de Dios

jueves, 4 septiembre 2008

Roma (Agencia Fides) – La 40ª Semana Bíblica Nacional, en el 60º aniversario de la fundación de la ABI (Asociación Bíblica Italiana, 1948-2008), se realizará del 8 al 12 de septiembre del 2008 en Roma en el Pontificio Instituto Bíblico. El tema de la semana es: “Proceso exegético y hermenéutica creyente: una polaridad intrínseca a la Biblia”. Comentando el tema, Mons. Ermenegildo Manicardi, Coordinador de la Semana Bíblica Nacional 2008 y Miembro del Consejo de la Presidencia de la ABI, destaca que “se trata de un tema muy ambicioso”. En efecto, explica que “el fino desarrollo de las ciencias bíblicas puede llevar a un alejamiento por parte de los estudiosos profesionales del resto de la gente. Los no adeptos a los trabajos se pueden cansar de escuchar cosas técnicas al no entender su relevancia. Entonces se llegaría a una suerte de ‘muerte de la especialización’ y los biblistas, en vez de hacer hablar y vivir la Biblia, terminan sofocándola. Es necesario recordar a los estudiosos que, manteniendo firme y en modo absoluto la seriedad científica, no deben perder la relación con la comunidad de los creyentes y con la normalidad de la gente. Aún más profundamente, la Semana quiere recordar que hacer solamente exégesis de los versos significaría a lo más preparar, mas no llegar aún al verdadero dialogo que el Dios vivo busca entablar con el hombre de hoy. Es una tarea muy difícil para los exegetas. Creo, sin embargo, que se debe tratar de decir algo más de cuanto ya se da cotidianamente. Es en esta línea que camina la Semana y se muestra abierta al Sínodo”.
Sobre los 60 años de vida de la ABI, Mons. Manicardi recordó que “los objetivos iniciales de la Asociación desde 1948 tenías dos frentes. Sobre todo el ayudar a los muchos docentes de Biblia en los seminarios italianos diocesanos con pequeñas lecciones, pues no todos provenían de estudios bíblicos bien implementados. Organizando las Semanas bíblicas para profesores, ABI consiguió poner en contacto a los docentes universitarios con modestos enseñantes mediante intercambio de noticias y actualizaciones que han sido percibidas. Después del Concilio, las diócesis trataron de tener especialistas en Biblia. Incluso frecuentemente laicas y laicos salieron al encuentro ante esta tarea. Actualmente el nivel es de verdadera excelencia, un nivel internacional. El segundo frente fue el de la divulgación bíblica. Se sabía que la Biblia no era muy conocida y así se comenzó a organizar Semanas en las que los profesores se dedicaban a la formación de los no profesionales en exégesis, distinguiendo, dentro de la asociación, tres secciones además de la de los docentes: sacerdotes, religiosos y religiosas. Actualmente no se distinguen tales categorías, sino que se prefiere un discurso dirigido a todos, y en la asociación se ha creado la sección de los Socios agregados, que cuenta a quienes se dedican al Apostolado bíblico, es decir, a la difusión de un conocimiento creyente y preparado de la Biblia, como palabra de Dios que mediante el texto inspirado se dirige también al hombre de hoy”.
Actualmente los Socios Ordinarios (Docentes de Sagrada Escritura en las Universidades Pontificia o de materias relacionadas con la Biblia que trabajan en las Universidades estatales) son alrededor de 750, entre estos algunos Obispos. Cada año adhieren a la ABI un promedio de 15 y 20 nuevos Socios Ordinarios. Los Socios agregados son unos 150 y trabajan en la pastoral bíblica. Cada año y en toda Italia la ABI organiza cursos y semanas de formación bíblica, además de encargarse de diversas publicaciones con artículos científicos y formativos.
Sobre la lectura de la Biblia en Italia se registran señales positivas. En efecto, Mons. Manicardi afirma que “existe un interés aún mayor por los encuentros bíblicos. Para no pocas personas, la oración personal y de pequeñas comunidades han ido caminando cada vez más hacia un verdadero encuentro con la Palabra en las Escrituras. Ha sido grande la difusión de diversas formas de la Lectio divina. El hecho que se de frecuente crítica hacia las prédicas de los sacerdotes por la poca relación con la proclamación de las lecturas bíblicas, es un signo de una sensibilidad importante. Evidentemente esto lleva a la necesidad de una preparación aún más cuidadosa por parte del clero en este aspecto”.
Sobre la formación, Mons. Manicardi destaca que “la formación bíblica de los creyentes es un objetivo importante, en particular desde que la liturgia en italiano ha situado a los participantes de las celebraciones ante una abundante cantidad de textos de los Evangelios y de la Biblia. Tal posibilidad significa también el encuentro con textos difíciles, de una no inmediata compresión. Si se quiere que, sin perder el sentido del misterio y de la adoración (elementos actualmente cada vez más sensibles), la liturgia sea también alimento para el corazón y el pensamiento, es necesario difundir una mayor competencia en la lectura bíblica”. (S.L.) (Agencia Fides 4/9/2008; líneas 56, palabras 765)


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