ASIA/INDIA - El drama de los desplazados y civiles en la India nororiental, victimas de un conflicto entre grupos tribales: la Iglesia comprometida en la mediación

miércoles, 25 febrero 2004

Diphur (Agencia Fides) - “Muchos civiles han sido acampados en campos de refugiados, asistidos por algunas Organizaciones no gubernativas, entre las cuales se encuentran algunas comunidades religiosas católicas que realizan un trabajo de asistencia y están activamente implicados en los esfuerzos de paz”. Es el preocupante cuadro descrito en una relación enviada a la Agencia Fides por la diócesis de Diphur, en el Estado indio de Assam, en la India nororiental. La relación cuenta las difíciles condiciones de vida de la gente en la zona, envuelta en disputas entre los grupos tribales kuki y karbi.
“La violencia generalizada crea miedo, inseguridad y tensiones”, escribe a Fides el vicario de la diócesis, el P. Thomas Mangatturhazhe. “Muchos pueblos están desiertos: la gente ha huido, se han producido también recientemente violencias contra las mujeres y ataques indiscriminados contra civiles, a causa del conflicto entre las etnias kuki y karbi. La Iglesia esta realizando muchos esfuerzos, promoviendo el diálogo entre las partes, pero la paz está todavía lejos”.
Entre las personalidades católicas más comprometidas en promover la mediación, está Mons. Thomas Menamparampil, Arzobispo de Guwahati, capital comercial de Assam, que ya ha ejercido otras veces su particular carisma de pacificador, para reconciliar a los grupos étnicos dimasa y hmar; bodo y adivasi; kuki y paite. En Guwahati ha hecho construir un “Centro para la Paz” donde se estudia teoría y práctica de la reconciliación y la no violencia.
El noroeste de la India, compuesto por siete Estados, tiene en total una población de 44 millones de personas, divididos en 200 grupos étnicos. Con frecuencia la petición de autodeterminación de algunos grupos es causa de conflicto. La situación es inestable en la actualidad, con desordenes difusos por diversas razones: reivindicaciones de movimientos rebeldes contra el estado central; el conflicto entre grupos étnicos, dispersos en las colinas, en áreas aisladas o circundas por la jungla. El gobierno ha enviado contingentes militares a la zona para controlar los desordenes, pero los incidentes han aumentado, obligando a miles de familias a desplazarse.
Las poblaciones tribales de la India nororiental viven aisladas en zonas difícilmente alcanzables, con frecuencia con falta de instrucción y servicios sanitarios. Viven sobre todo de la agricultura, cultivando arroz y fruta. En la zona se ha difundido también una forma violenta de malaria llamada “malaria cerebral”, pero también son endémicas la tuberculosis, la sarna y el tifus. (PA) (Agencia Fides 25/2/2004 Líneas: 31 Palabras: 417)


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