AMÉRICA/ESTADOS UNIDOS - Misioneros para el Apostolado de los sordos: un recurso para los católicos que tienen la misma discapacidad

viernes, 1 agosto 2008

Hayward (Agencia Fides) - La primera comunidad religiosa que trabaja por el apostolado de los sordos nació en los Estados Unidos el 27 de agosto de 2006. Su fundador es el Padre Thomas Coughlin, durante treinta años comprometido en favor de los no oyentes en las Diócesis de Honolulu, Denver y San Francisco.
La aventura de padre Coughlin, sordo desde su nacimiento, comienza en 1977, cuando entra en la Orden de los Trinitarios. En esa época el lenguaje de los signos era usado muy poco en las celebraciones litúrgicas y Mons. Joseph Ferrario era probablemente el único Obispo que conocía el lenguaje americano de los signos. Por esto hace llamar al Padre Coughlin a su Diócesis de Honolulu en1987 y le confía el cuidado pastoral de los no oyentes.
En la parroquia de los santos Pedro y Pablo el padre Coughlin celebra regularmente la Misa en el lenguaje de los signos y crea un ministerio para los sordos. En aquellos años el religioso trata de dar vida a una orden de sacerdotes no oyentes, pero muchas dificultades le impiden realizar el proyecto. En ese tiempo son pocos los seminarios y las órdenes religiosas que admiten candidatos con esta discapacidad, pero el padre Coughlin está decidido a realizar su sueño. Deja Honolulu y se establece a comienzos de los años '90 en Denver, donde los Dominicos lo alientan a formar una nueva rama de la orden organizado específicamente para acoger a los candidatos sordos y dedicado a este tipo de apostolado.
El padre Coughlin comprende que los sacerdotes no oyentes pueden ser un recurso para los católicos que tienen la misma discapacidad, especialmente en lo que se refiere a la traducción de la Misa al lenguaje de los signos. Interesado por su actividad, el entonces Arzobispos de San Francisco William Levada lo llama en el 2002 para ejercitar el ministerio pastoral en la parroquia de San Benito. En el 2004 es aprobada por la Iglesia una Asociación privada de fieles para el apostolado de los sordos.
En agosto del 2006 cinco hombres, entre los cuales el padre Thomas Coughlin, profesan sus votos como Dominicos Misioneros para el Apostolado de los Sordos. Su objetivo es – como ha declarado el mismo fundador – “predicar el Evangelio a las personas sordas con el lenguaje de los signos y para dar la posibilidad a las personas sordas de estudiar en el seminario con su idioma materno, el lenguaje de los signos”. La comunidad sigue la regla de San Agustín y no está todavía afiliada definitivamente a los Dominicos, aunque este es el objetivo para el futuro. Los Misioneros para el Apostolado de los Sordos residen en la parroquia de Todos los Santos en Hayward. Los cuatro consagrados provienen de Camerún, de Burundi y de los Estados Unidos. (A.M.) (Agenzia Fides 1/8/2008; líneas 31 palabras 463)


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