AMERICA/GUATEMALA - Compromiso firme de la Iglesia con los emigrantes: “La Iglesia debe mantenerse critica ante cualquier ideología que no parta del valor inalienable de la persona humana”

jueves, 31 julio 2008

Guatemala (Agencia Fides) – La Iglesia Católica de Guatemala está fuertemente comprometida con la realidad migratoria según se desprende de un documento publicado por la Conferencia Episcopal en el qeu describe esta dramática realidad en el país y el compromiso de la Iglesia.
Según se lee en el documento Guatemala tienen altos índices de pobreza lo cual unido a las crisis actuales que se viven en el ámbito global hace que la migración sea la solución sobre todo a Estados Unidos. Esta migración esta ligada a las remesas familiares, que en Guatemala “constituyen una de las principales fuentes de ingreso de divisas en el país, casi el 12% del PIB”. Los más afectados por esta realidad son las poblaciones indígenas, los afro descendientes y los campesinos.
Esta migración según denuncian los Obispos presenta algunos problemas importantes como es la presencia de los traficantes o “coyotes” sobre todo en la frontera entre México y Estados Unidos que es “donde más se evidencia la presencia de coyotes, la trata de personas y el trafico porque es el lugar al que llegan muchas personas que en el tramo centroamericano no necesitan de guías, ni saltar tantos controles como en México”. Existen además las redes Internacionales de Traficantes que “constituyen un entramado humano que involucra a instituciones del Estado y empresas privadas” a las que los emigrantes se ven obligados a pagar grandes sumas de dinero para poder realizar el viaje.
Ante esta situación los Obispos recuerdan los Derechos Humanos de los emigrantes que “no son parte todavía de la responsabilidad del Estado” pues “existen grandes lagunas y vacíos en la normativa de protección existente en la actualidad. Los Estados no aceptan aún el derecho de inmigrar y permanecer donde uno logre condiciones de trabajo más dignas”. Además las migraciones traen consigno otros muchos problemas como son: la desintegración familiar en el origen y destino, la explotación laboral, la perdida de los derechos sociales y civiles, ala discriminación, el racismo, la soledad, la perdida de valores culturales, religiosos y morales, el abandono, inseguridad rechazo etc...
Por ello, “el compromiso de acompañar a los emigrantes es una de las grandes metas que como Iglesia de Guatemala nos hemos propuesto” se lee en el documento. Para ello los Obispos consideran que se necesita un mayor enlace entre la Iglesia de origen, de transito y de destino, creando mecanismo de comunión, es decir, crear redes nacionales e internacionales, aunar fuerzas y recursos, superar las causas estructurales que provocan la migración, ofrecer asistencia espiritual, asesoría en materia de derechos humanos y asistencia para el tramite de documentación personal y laboral.
“La opción preferencial por los emigrantes no es optativa sino prioritaria y evangélica: Lo hacemos porque los emigrantes son los más pobres entre los pobres”, afirman los Obispos. La iglesia recuerdan, “más que otras instancias tiene que superar las relaciones de dependencia y dominio”. Tiene además que “mantenerse critica ante las ideologías del sistema de mercado excluyente y el triunfo del capitalismo globalizado a costo de la vida de los pobres, así como de cualquier otra ideología que no parta del valor inalienable de la persona humana”.
Ante esta situación la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal ofrece algunas posibles compromisos con los emigrantes: que sean siempre reconocidos sujetos de derechos; sensibilizar a las autoridades; proteger a los emigrantes y sus derechos a través de alianzas institucionales a nivel de la Iglesia, la sociedad civil y el Estado; luchar para que los emigrantes puedan regularizar su situación; seguir brindado apoyo a los emigrantes en las Casas del Migrante y Centros de atención de forma humanitaria; abogar por el cese de las persecuciones indiscriminadas y las deportaciones masivas. (RG) (Agencia Fides 31/7/2008)


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