AMERICA/PERU - El Arzobispo de Perú, denuncia presiones de grupos fuertes para conseguir la legalización del aborto en distintos países de América Latina y recuerda que el derecho a la vida es el derecho fundamental

miércoles, 30 julio 2008

Lima (Agencia Fides) – Durante la homilía el la Misa de Te Deum (Acción de Gracias) con motivo del 187 aniversario de la independencia de Perú, El Arzobispo de Perú, Card. Juan Luis Cipriani invitó a las autoridades del país a reflexionar sobre el bien evidente que los hogares en paz y en armonía aseguran a la vida humana, al matrimonio y a la familia, aspectos neurálgicos de la sociedad peruana.
Según denuncio el Prelado “cada vez son más fuertes las presiones de ciertos grupos ideológicos para conseguir la legalización del aborto en los países de América Latina, entre ellos, el nuestro. Estos grupos minoritarios, haciendo mucho ruido mediático y con campañas millonarias del exterior, pretenden intimidar al ciudadano común y corriente, recurren a la liberalización de nuevas formas de aborto, bajo el pretexto de la “salud reproductiva” y otros eslogan que llevan a la confusión. Nada más falso”. Por ello afirmo que la Iglesia defiende hoy más que nunca a la persona “porque ve con preocupación algunas tendencias que tratan de limitar el valor inviolable de la vida humana misma, o de disociarla de su ambiente natural, como es el amor humano en el matrimonio y la familia”. Y recordó una vez más con claridad que el derecho a la vida “es un derecho que debe ser reconocido por todos, porque es el derecho fundamental con respecto a los demás derechos humanos”.
Según el Cardenal se perciben también últimamente “que algunos grupos del llamado primer mundo quieren utilizar los beneficios de la globalización imponiendo una verdad afirmando que ‘todo lo serio en la vida se reduce a las transacciones de poder, dinero e influencia acontecidas en los ámbitos de la política, economía y comunicación social’. Una visión que para el Cardenal es producto del materialismo pragmático, “que deshumaniza y maltrata la condición y dignidad de las relaciones humanas especialmente de las grandes mayorías” y contra la que hay que luchar fuertemente. En este sentido recalcó la importancia de la educación para conformar una mejor sociedad en la cual prevalezcan los valores cristianos éticos y morales. “La educación –afirmó - se inicia en la familia, que tiene a los padres como los primeros responsables y que debe encontrar en la escuela su complemento subsidiario. No podemos descuidar las aulas, porque en las aulas se forma orgánica y sistemáticamente a la juventud, durante un número considerable de años”. Y realizo un llamamiento a las autoridades para impulsar una reforma educativa con la participación de los padres de familia, una reforma “que contemple y priorice la formación de personas en los valores cristianos”.
Recordó también a los medios de comunicación su responsabilidad en los tiempo actuales y en especial en la educación de la niñez y juventud y en “la formación de un coherente tejido moral que sea sustento espiritual del desarrollo material que contemplamos”, para lo cual deben promover los valores morales
Concelebraron junto al Cardenal Cipriani, el Obispo auxiliar de Lima, Monseñor Adriano Tomasi; el Obispo castrense, Monseñor Salvador Piñeiro; el Presidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor Miguel Cabrejos; el Obispo del Callao, Monseñor Miguel Irízar y sacerdotes que integran el Cabildo Metropolitano de la Basílica Catedral de Lima. (RG) (Agencia Fides 30/7/2008)


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