AMERICA/EL SALVADOR - Preocupación de la Iglesia y varios sectores de la sociedad por la explotación minera que afectarían la principal reserva estratégica de agua del país

martes, 29 julio 2008

San Salvador (Agencia Fides) - Diferentes sectores sociales, religiosos y académicos del país, y de la cooperación internacional, están profundamente preocupados por las peligrosas acciones de presión pública que empresas mineras, han intensificado durante las últimas semanas. Entre estas asociaciones y sectores se encuentran en primer lugar la Conferencia Episcopal de El Salvador (CEDES), la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA) y su Instituto de Derechos Humanos (IDHUCA), la agencia de cooperación para el desarrollo sostenible Oxfam América y la Mesa Permanente de Gestión de Riesgos, el Foro Nacional del Agua y la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica, que aglutinan a más de cien instituciones y organizaciones ciudadanas que trabajan en la defensa del medio ambiente.
Según afirman en un comunicado publicado por Caritas-El Salvador “con el propósito de presionar al gobierno para conseguir permisos de explotación de metales preciosos, dichas compañías extractivas intensifican una campaña propagandística anónima, con mensajes engañosos y discriminatorios que ofenden la dignidad humana y violentan los principios elementales de la ética publicitaria”. Y además “denigran a quienes advierten sobre los peligros de la minería”, siendo un blanco especial de sus ataques el Arzobispo de San Salvador, Fernando Sáenz Lacalle, y Mons. Richard Antall, uno de sus más cercanos colaboradores así como el rector de la UCA, Padre José María Tojeira. Y también incitan a la violencia.
Por ello ante esta situación exigen que las autoridades correspondientes “investiguen y procedan judicialmente contra los directivos de compañías extractivas que engañan a la población con la inexistente ‘minería verde’” y que el gobierno, rechace esta industria, “dada su inviabilidad ambiental, social y económica en El Salvador”.
Las numerosas criticas que dichos sectores han expuesto a la minería metálica en el país, “se basan en la desventajosa relación costo-beneficio donde los reducidos y temporales aportes económicos no compensan los enormes daños ambientales, conflictos sociales y pérdidas en la productividad, que provocaría la extracción de oro y plata. Además, la contaminación del agua, aire y suelo con cianuro, metales pesados y drenaje ácido que generan las minas, constituye una grave violación al derecho a un medio ambiente sano y pone en peligro el cumplimiento del derecho a la vida”. Alertan además que los 29 proyectos en fase de exploración se ubican en la zona norte, sobre la cuenca del Río Lempa y que afectarían la principal reserva estratégica de agua del país.
“Por todo lo anterior, expresamos nuestro rechazo a la minería de metales en el país y convocamos a la sociedad en general para que, junto a la Iglesia Católica y al resto de entidades que participan en este esfuerzo, defendamos el agua, el medio ambiente y la vida amenazada por la explotación minera”, concluye el comunicado de Caritas.
La Iglesia Católica ha manifestado en diversas ocasiones su firme en su oposición a la explotación minera ratificando en varias declaraciones públicas el pronunciamiento “Cuidemos la Casa de Todos”, del 3 de mayo de 2007. Para los Obispos la explotación minera se presenta como uno de los problemas más graves del país, junto a la pobreza y la violencia. El mismo Mons. Fernando Sáenz Lacalle, ha pedido directamente a los diputados que no permitan estos proyectos debido a sus daños al medio ambiente y a la salud humana. En una carta dirigida a Mons. Thomas G. Wenski, Obispo de la Diócesis de Orlando y presidente del Comité Internacional Justicia y Paz de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), en la que presenta su rechazo del proyecto, recuerda que “esto es crítico no sólo por la falta de agua potable que afecta al país, sino también por la contaminación de los recursos hídricos”. Y agrega que “estudios de universidades demuestran que los daños de la minería, realizada hace varias décadas en otros sitios del país, es la causa de numerosos casos de insuficiencia renal y otras enfermedades mortales”. (RG) (Agencia Fides 29/7/2008)


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