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Nairobi (Agencia Fides)- Son más de 300 las escuelas secundarías en revuelta en todo Kenya y en algunos casos los estudiantes han saqueado y quemado las estructuras escolares. También los dormitorios del Seminario menor “Reina de los Apóstoles” de la Arquidiócesis de Nairobi fueron incendiados por los mismos estudiantes. El Cardenal John Njue, Arzobispo de Nairobi, convocó una conferencia de prensa para el día de hoy, 23 de julio, con el fin de explicar la posición de la Iglesia sobre la situación.
“La revuelta estudiantil está afectando en primer lugar a las escuelas estatales, pero también hay algunos institutos privados involucrados” explicó una fuente de la Iglesia local de Nairobi a la Agencia Fides. “Los estudiantes no tienen reivindicaciones de algún tipo sino una especie de ‘miedo’ general a los exámenes trimestrales”.
“El sistema escolástico keniata es muy duro y les exige mucho a los muchachos” explica la fuente de Fides. “Las materias de estudio son muchas, hay varios exámenes intermedios antes del examen final que permite obtener el certificado de estudios. Hay además una fuerte competencia entre las escuelas que obliga a los estudiantes a dar lo mejor de ellos para poder sacar buenas notas. La nota final es importante para poder inscribirse en la Universidad. Sin una buena nota es muy difícil acceder a los estudios universitarios. Por lo tanto, los muchachos se sienten muy presionados con el estudio. No es raro ver estudiantes que se levantan a las tres de la mañana para estudiar, mientras que las ocasiones de distraerse con pocas o inexistentes. Los que viven en internados muchas veces se sienten abandonados por las familias en crisis que ‘descargan’ a sus hijos en las escuelas y no se preocupan más de ellos”.
“En síntesis los muchachos están expuestos a un estrés muy fuerte” continua la fuente. “Sin embargo esto no explica como así la violencia ha explotado al improviso. El deterioro de las condiciones económicas en los últimos meses (los precios de los alimentos han crecido del 30-40%) seguramente ha influido, así como la conciencia de que, a pesar de los sacrificios que se hacen con el estudio, en la vida real avanza quién logra tener mejores recomendaciones y apoyos de un cierto tipo. También la creciente difusión del alcohol y de las drogas entre los jóvenes es un factor de desestabilización”.
“Finalmente, la violencia de los últimos meses que ha visto enfrentados al Presidente y al Primer Ministro ha dejado su huella. No podemos olvidarnos que también en esa ocasión fueron los jóvenes y los estudiantes los protagonistas de dichos incidentes. Existe, por lo tanto, la sospecha de que, como entonces, también ahora la rebelión estudiantil esté siendo alentada por políticos locales que explotan la frustración de los jóvenes con fines políticos. En particular se teme que en la Rift Valley, donde se produjeron los incidentes más violentos, cuando los estudiantes regresen a casa se puedan producir nuevos actos de violencia contra la población que están regresando a sus casas de los campos de refugiados, donde habían huido en los últimos meses” concluye la fuente de Fides. (L.M.) (Agencia Fides líneas 39 palabras 547)
