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Cochabamba (Agencia Fides) - Al concluir su XXIII Asamblea Anual el Clero Diocesano ha enviado un mensaje al Pueblo de Dios donde expresa su preocupación por la situación del país, señala su compromiso por y con el pueblo y pide a la población orar por los sacerdotes..
Con la participación de 150 sacerdotes diocesanos se ha celebrado la 23 Asamblea del Clero diocesano en la que se ha reflexionado sobre el tema de las relaciones Iglesia-Estado.
“Al igual que a todo boliviano – se lee en el Mensaje - nos preocupa la compleja realidad por la que atraviesa nuestra patria, donde acontecen situaciones como: la pobreza generalizada, la incertidumbre del futuro de muchos bolivianos, la fragmentación de la unidad del país, la violencia verbal y moral de algunos dirigentes políticos y cívicos, la ilegalidad reinante en los ámbitos políticos y sociales, el aumento del costo de la canasta familiar que afecta de sobremanera a las familias de escasos recursos económicos, la violencia como camino de la resolución de problemas sociales, los deshonestos cálculos políticos que juegan con las necesidades y aspiraciones humanas, la instrumentalización de los grupos sociales como recursos de presión, y las actitudes ideologizadas que invitan a extender el laicismo”.
Por ello, ante esta situación, los sacerdotes piden a los dirigentes “a atender con honestidad y transparencia las demandas sociales y a contribuir favorablemente a la solución de los problemas”. Recuerdan además la importancia y la urgencia de que todas las autoridades “procuren la consecución del bien común, apoyados en los valores de la verdad, la justicia, la armonía y la paz”.
A la población boliviana les piden también “colaborar desinteresadamente al logro de la grave responsabilidad del reencuentro entre todos los bolivianos y el bienestar de los mismos”.
“Como pastores de la Iglesia reafirmamos nuestro compromiso pastoral y nuestra vocación de servicio a toda la comunidad boliviana”, afirman los sacerdotes, a la vez que manifiestan su preocupación por “las condiciones de vida de muchas familias abandonadas, excluidas e ignoradas en su miseria y su dolor que contradicen al proyecto del Padre y nos interpelan a un mayor compromiso a favor de la cultura de la vida, de la justicia social, de los derechos humanos y de la paz social”. Los sacerdotes manifiestan a continuación su intención de seguir cerca del pueblo, “gastando nuestras vidas por los mismos y compartiendo sus luchas y esperanzas al igual que Jesús optó por los pobres”.
Concluyen su Mensaje uniéndose al llamamiento de los Obispos “a la reconciliación, la unidad y la paz” y piden a todos elevar sus oraciones “al Dios de la vida a fin de que nos permita lograr consensos y crecer como comunidad humana”. (RG) (Agencia Fides 977/2008)
