AMERICA/PANAMA - Educación, salud, justicia, seguridad y alto costo de la vida entre los principales problemas señalados por los Obispos al termino de la Asamblea ordinaria

martes, 8 julio 2008

Panamá (Agencia Fides) – Los Obispos de Panamá han publicado un comunicado al termino de la segunda reunión ordinaria anual celebrada del 30 de junio al 4 de julio de 2008, en el que recuerdan algunos de los acontecimientos eclesiales más revelantes en el país a la vez que realizan un análisis de la realidad nacional señalando algunos de los principales problemas.
Recuerdan en primer lugar la próxima “Visita Ad Limina” que realizarán los Obispos del país del 15 al 20 de septiembre manifestando su deseo de este encuentro con el Vicario de Cristo. Los Obispos también han tratado sobre la vida de los Seminarios para la formación sacerdotal, “comprobando con alegría el aumento en el número de jóvenes, que responden a la llamada del Señor”. Realizan por ello un llamamiento a seguir rogando al dueño de la mies y a colaborar económicamente para sostener a los seminaristas. Respecto al Año Paulino lo consideran una oportunidad “para redescubrir su figura misionera, releer sus cartas, revivir los primeros tiempos de nuestra Iglesia, profundizar en sus ricas enseñanzas y meditar en su vigorosa espiritualidad evangelizadora”.
Los Obispos exhortan además “a promover la piedad eucarística en sus diversas modalidades, de manera especial la adoración al Santísimo Sacramento”, haciéndose eco del reciente Congreso Eucarístico Internacional de Québec. Adoración que será dedicada “a la santificación del Clero y a la promoción de las vocaciones a la vida sacerdotal y consagrada”. A continuación dan gracias por la acogida del Documento de Aparecida a la vez que piden conocer e interiorizar este documento como un primer paso para hacer realidad la Gran Misión continental, cuya apertura oficial tendrá lugar el 17 de agosto en Quito (Ecuador), en la Eucaristía de clausura del Tercer Congreso Americano Misionero (CAM 3). En Panamá los Obispos han creado una Comisión Central para animar la misión a nivel nacional, cuyo lanzamiento oficial tendrá lugar el domingo 1 de marzo del 2009, en Atalaya. En este sentido recuerdan que la Misión Continental “no es un periodo de tiempo más o menos largo de acción misionera, sino ocasión de poner a la Iglesia, en estado permanente de misión”.
Respecto a la realidad nacional recuerdan en primer lugar las próximas elecciones del año que viene pidiendo que durante este tiempo reine en el país un clima de sosiego. “Las autoridades no pueden renunciar a su responsabilidad de garantizar la tranquilidad y la paz social y promover el bien común”, afirman. Realizan también un llamamiento a los gobernantes a buscar solución a “los grandes problemas actuales del país en salud, educación, vivienda, transporte, administración de justicia, seguridad y alto costo de la vida”.
Los Obispos consideran que es inaceptable que “gran parte de la población no tenga acceso a los servicios de una salud con equidad y calidad”. La solución no es fácil, pero los Obispos recomiendan "un Pacto de Estado por la Salud con participación de todos los sectores sociales.
Ante la violencia que se vive en el país, los prelados alientan "una política de seguridad, asumida y consensuada con los diversos sectores de la sociedad, con visión integral y de largo plazo, transparente, responsable, sin sesgo partidista y con apego irrestricto a la dignidad de la persona humana y al Estado de Derecho". Respecto al elevado costo de vida que afecta a tantas familias panameñas los Obispos piden además de fomentar la producción a costos accesibles, “promover y asumir una cultura de austeridad y solidaridad”.
Por último recuerdan el problema de la educación que constituye “el mejor instrumento para alcanzar un verdadero desarrollo y superar las brechas sociales y culturales que aún nos separan a los panameños”. Pero una verdadera educación “debe ser integral y ofrecer, no sólo herramientas para el desarrollo económico, sino también para un desarrollo humano con dignidad, solidaridad y equidad”. Además toda propuesta de educación debe tener en cuenta a la familia y “debe ser respetuosa de los principios y valores más sagrados de nuestro pueblo, que hoy se encuentran amenazados por una tendencia cultural ajena a nuestra tradición e historia y quiere afirmar unos supuestos derechos humanos que distorsionan la realidad de la persona, de la familia y de la vida”. (RG) (Agencia Fides 8/7/2008


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