VATICANO - El 29 de junio la Jornada para la caridad del Papa: una antigua práctica para una necesidad actual

jueves, 26 junio 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “Él Óbolo de San Pedro es la expresión más típica de la participación de todos los fieles en las iniciativas del Obispo de Roma en beneficio de la Iglesia universal”: con estas palabras Benedicto XVI, durante el primer año de su Pontificado, recordó la importancia de este gesto de caridad, comunión y compartir, que se renueva cada año en la Solemnidad de los SS. Apóstoles Pedro y Pablo. El Domingo 29 de junio, en efecto, se celebra en las diócesis de todo el mundo la “Jornada para la caridad del Papa”. El óbolo de San Pedro, como es comúnmente llamado, se utilizará para ayudar a personas y poblaciones en dificultad, siguiendo las intenciones y juicios del Pontífice.
Una obra de caridad que, en el 2007, llegó a recoger, sólo en las diócesis italianas, más de tres millones de euros. Estados Unidos, Italia y Alemania se encuentran en los primeros puestos de la lista por su generosidad en las donaciones. En el 2007/2008, el Óbolo se ocupó de responder a las necesidades de las víctimas de guerras y desastres naturales (como los recientes en China y Birmania). Gran apoyo es ofrecido siempre a los centros de educación cristiana y a las diócesis más recientes.
La caridad hacia los necesitados nace con el Cristianismo, como lo testimonian los Hechos de los Apóstoles: ya las primeras comunidades cristianas sentían la necesidad de una vida en comunión hasta en las exigencias, incluso materiales, de la vida cotidiana. Una antigua práctica, por lo tanto, hija del ‘Denarius Sancti Petri’, que en el siglo VII los anglosajones convertidos quisieron reservar al Santo Padre, aprobada, luego, por el Papa Pío IX, en la Encíclica ‘Saepe Venerabilis’ (5 de agosto de 1871), y todavía extremadamente actual. El mismo Papa Benedicto XVI recordó la importancia de la caridad en la Encíclica ‘Deus Caritas est’, donde afirma que “nunca habrá situaciones en las que no haga falta la caridad de cada cristiano individualmente, porque el hombre, más allá de la justicia, tiene y tendrá siempre necesidad de amor”.
La colecta del Óbolo se coloca entre las actividades del Círculo de San Pedro, fundado en Roma en 1869; formaba parte de él, inicialmente, un grupo de jóvenes, principalmente nobles y de la alta burguesía, guiados por el Card. Jacobini, que, en un período difícil para la historia del papado, querían mostrar y afirmar su fidelidad al Papa. En ese tiempo “ir al Círculo” significaba ir al comedor de los pobres. Se calcula que el Círculo distribuyó, durante la II Guerra Mundial, alrededor de cuatro millones de raciones, y alrededor de quinientas comidas al día por toda la duración del Jubileo del 2000, en general alrededor de 50.000 comidas al año, en las tres cocinas ubicadas en Roma. Hoy la actividad del Círculo está dividida en Comisiones: la de la caridad del Papa está encargada de la colecta del Óbolo en la Diócesis de Roma, que es, luego, entregado al Santo Padre durante una audiencia concedida cada año a la Presidencia del Círculo de San Pedro. Una obra de caridad que se muestra al paso con los tiempos: hoy la donación puede realizarse también online con tarjeta de crédito. (PC) (Agencia Fides 26/6/2008; líneas 38, palabras 533)


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