VATICANO - El Papa a la Plenaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe: “Que la acción evangelizadora de toda la Iglesia no se debilite nunca, ya sea ante un mundo que todavía no conoce a Cristo ya sea ante muchas personas que, aunque lo han conocido, viven alejadas de Él.

viernes, 6 febrero 2004

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “El contexto cultural actual, calificado tanto por un difundido relativismo como por la tentación de un fácil pragmatismo, exige más que nunca el anuncio valiente de las verdades que salvan al ser humano y un renovado empuje evangelizador”. Ha afirmado esta mañana el santo Padre Juan pablo II al recibir en audiencia a los participantes en la Sesión Plenaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe. “La «traditio evangelii» constituye el primer y fundamental compromiso de la Iglesia- prosiguió el Papa – Actualmente su actividad no puede separarse del compromiso de ayudar a todos a encontrar a Cristo en la fe. Por este motivo, siento particularmente la preocupación de que la acción evangelizadora de toda la Iglesia no se debilite nunca, ya sea ante un mundo que todavía no conoce a Cristo ya sea ante muchas personas que, aunque lo han conocido, viven alejadas de Él”.
Además del testimonio de vida es necesario también un claro anuncio del Evangelio, dijo el Santo Padre, “ciertamente el Evangelio exige la adhesión libre del hombre. Pero para que esta adhesión pueda ser expresada, el Evangelio tiene que proponerse. La adhesión plena a la verdad católica no disminuye, sino que exalta la libertad humana y la estimula hacia su plenitud, en un amor gratuito y lleno de cuidados por el bien de todos los hombres”. Precisamente este horizonte de caridad mueve la nueva evangelización a la que tantas veces ha invitado Juan Pablo II a toda la Iglesia.
El Papa puso depues la atención sobre tres temas particulares: la recepción de los documentos magisteriales por parte de los fieles católicos, “desorientados con frecuencia más que informados a causa de las reacciones e interpretaciones inmediatas de los medios de comunicación”; la ley moral natural cada vez menos reconocida y la formación de los seminaristas y el clero. El Santo Padre recordó que “la recepción de un documento, más que un hecho mediático, debe considerarse sobre todo como un acontecimiento eclesial de acogida del magisterio en la comunión y en un compartir más cordialmente la doctrina de la Iglesia” y exhortó a “prever maneras oportunas de transmisión y de difusión del mismo documento, que permitan su pleno conocimiento ante todo por parte de los pastores de la Iglesia, primeros responsables de la acogida y de la valoración del magisterio pontificio”.
Respecto a la ley moral natural, Juan Pablo II constató que las enseñanzas del Magisterio destinadas a redescubrir la idea dela ley moral natural, no parecen desgraciadamente que hayan sido recibidas hasta ahora en la medida deseada. Y exhortó a “promover oportunas iniciativas con el objetivo de contribuir a la renovación constructiva de la doctrina sobre la ley moral natural, buscando también convergencias con representantes de las diferentes confesiones, religiones y culturas”.
Por último el Papa reafirmó la necesidad de una “justa y equilibrada formación de los futuros sacerdotes llamados explícitamente a abrazar con alegría y generosidad aquel estilo de vida humilde, modesto y casto, que es el fundamento práctico del celibato eclesiástico” e invitó a la Congregación para la Doctrina de la Fe a colaborar con los demás dicasterios de la Curia Romana competentes en la formación de los seminaristas y del clero. (SL) (Agencia Fides /2/2004 Líneas: 43 Palabras: 586)


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