AMERICA/CHILE - El Presidente de la Conferencia Episcopal pide no desentenderse del problema social de la droga y no dejar abandonados a estos hermanos: “una de las nuevas pobrezas es esta insidia de la droga”

jueves, 26 junio 2008

Santiago de Chile (Agencia Fides) - Con ocasión del Día Internacional de Prevención de Drogas, el Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile y Obispo de Rancagua, Mons. Alejandro Goic Karmelic, ha invitado a tener miradas más amables y humanizantes a quienes sufren los efectos de este flagelo, en un comunicado titulado "Encuentro de esperanza".
Recuerda el Presidente de la Conferencia Episcopal que en Chile hay miles de niños, jóvenes y adultos, hombres y mujeres, que viven las consecuencias del uso problemático de drogas “y no se trata solamente de una dificultad que golpea a quienes sufren este flagelo, sino de un problema que ya nos afecta a todos como sociedad, aunque se manifiesta en personas concretas”. Dado que en Chile “nos hemos propuesto luchar y derrotar la pobreza”, continua Mons. Goic, precisamente una de las nuevas pobrezas es esta “insidia de la droga que afecta a menudo no solamente a quienes tienen carencias económicas sino también a quienes poseen recursos, agobiados muchas veces por el sin sentido de su vida”.
El Obispo define a los adictos como “personas sufrientes que, habiendo perdido su libertad por la droga, han desarrollado una terrible capacidad de disimular su dolor, viviendo muchas veces una situación de exclusión que se torna cada vez más desoladora y dramática”. Por ello, “no podemos desentendernos de este problema social y dejar abandonados a estos hermanos. Necesitamos miradas más amables y humanizantes de parte de cada uno de nosotros y de toda la sociedad, para aumentar nuestra preocupación por esta realidad y hacer los esfuerzos necesarios para superarla solidaria y comunitariamente”.
A continuación agradece a la vez que estimula “el trabajo de tantas personas que, con gran esfuerzo y sacrificio, buscan dar respuesta a esta dura realidad”, entre ellas el Consejo Nacional contra los Estupefacientes (CONACE), como los numerosos organismos de Iglesia, tales como el Hogar de Cristo, la Fundación Don Bosco, la Pastoral Nacional de Alcohol y Drogas, la Escuela de Estudios y Formación en Abordaje de Adicciones (EFAD) y muchos otros, también en organizaciones de Iglesias y comunidades eclesiales hermanas, así como diversas ONG que, desde distintos niveles y ángulos trabajan por la prevención de esta lacra social y por la rehabilitación de quienes son sus víctimas. (RG) (Agencia Fides 26/6/2008)


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