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New York (Agencia Fides) - “¿La droga controla tu vida? Tu vida. Tu comunidad. No hay lugar para la droga”. Con este eslogan la agencia de las Naciones Unidas contra el tráfico de drogas UNODC (United Nations office on drug and crime) celebra el 26 de junio la Jornada Mundial contra el abuso y el tráfico de drogas. Un eslogan que ha sido escogido para el trienio 2007-2009 para simbolizar una continuidad en la acción contra la difusión de las drogas a nivel mundial. De todas formas, cada uno de estos años ha sido focalizado sobre un aspecto específico de la cuestión: en el 2007 el abuso de drogas, en el 2008 la cultivación y producción de la droga y el 2009 el tráfico ilegal de droga.
Entre los mayores productores en absoluto de estupefacientes se encuentra aún hoy Afganistán. Casi el 92% de la heroína producida en el mundo se extrae de los cultivo de amapola de opio de dicho país. Un dato particularmente grave que ha sido confirmado en estos días por Antonio Maria Costa, responsable de la UNODC. Según el representante de las Naciones Unidas, sólo en el 2007 los guerrilleros talibanes han ganado 100 millones de esterlinas, equivalente a 120 millones de euros, de la cultivación del opio. Otro aspecto particularmente grave del mismo problema es que los campesinos afganos pagan un impuesto del 10% a los talibanes en las áreas que están bajo su control. La producción de opio en Afganistán ha producido una ganancia total de 1,000 millones de dólares el año pasado.
Las condiciones climáticas que han golpeado de manera significativa muchas partes del Asia han tenido consecuencias también en Afganistán. De hecho este año la producción, por culpa de la sequía y de algunas infecciones, así como por el mayor control en el norte y el este del país, será ligeramente inferior a la del año pasado. Sin embargo no de manera suficientemente drástica como para hacer pensar en un cambio de tendencia, precisó Antonio Costa. Afganistán —según las Naciones Unidas— en el 2006 produjo 8 mil toneladas de opio, mientras que el promedio de los últimos años había sido de 4 mil toneladas. El excedente es almacenado y protegido por las organizaciones criminales esperando el momento adecuado para ponerlas en el mercado.
En general, la UNODC señala cuales con las tipologías de drogas bajo control internacional en base a los tratados multilaterales sobre droga —y que por lo tanto implican a varios Estados— y que constituyen la estructura del sistema internacional del control de drogas. Estas drogas ilegales incluyen estimulantes de tipo anfetamínico (ATS), coca y cocaína, cannabis, alucinógenos, opiáceos y sedativos hipnóticos. Casi 200 millones de personas usan este tipo de drogas en todo el mundo. Cannabis, marihuana, hashish y THC están en los primeros puestos con 162 millones de consumidores. ATS —anfetaminas, metanfetaminas, ecstasy, methcatinone— siguen con 35 millones de consumadores.
Globalmente unas 16 millones de personas usan sedativos —opio, morfina, heroína, narcóticos sintéticos— y cerca 13 millones de personas usan cocaína. El uso de cocaína en Europa Occidental es un dato particularmente preocupante, ya que el consumo está alcanzando niveles alarmantes. El cannabis, cultivado y consumido en todo el mundo, está cambiando. La potencia de las drogas ha crecido en los últimos años y hay indicios de que los riesgos para la salud mental del consumo del cannabis han sido subestimados. El nivel de uso de narcóticos a lo largo de la vía del tráfico que tiene su origen en Afganistán, el primer productor mundial de opio, son los más altos en absoluto. También el uso de ATS en Asia constituye un problema creciente. Ya hace diez años atrás, las Naciones Unidas, en la sesión especial de la Asamblea General dedicada al problema mundial de la droga en 1998 afirmaba: “Las drogas destruyen vidas y comunidades enteras, ponen en peligro el desarrolló humano sostenible y producen criminalidad. La droga golpea todos los sectores de la sociedad en todos los países; en particular, el abuso de drogas golpea la libertad y el desarrollo de los jóvenes, el recurso más precioso del mundo”.
Organizaciones eclesiales y muchas asociaciones católicas desde hace tiempo se encuentran comprometidas en primera fila en la lucha contra la difusión de la droga entre los jóvenes. El Papa Benedicto XVI, durante su viaje a Brasil, el 12 de mayo de 2007, pronunció unas palabras durísimas contra los traficantes de estupefacientes: “Brasil —afirmó en esa ocasión el Pontífice— posee una de las estadísticas más notables en lo que respecta a dependencia química de drogas y estupefacientes. Y América Latina no se queda atrás. Por eso, digo a los que comercian con la droga que piensen en el mal que están provocando a una multitud de jóvenes y de adultos de todas las clases sociales: Dios les pedirá cuentas de lo que han hecho. No se puede pisotear de esta manera la dignidad humana. El mal provocado recibe el mismo reproche que hizo Jesús a los que escandalizaban a los ‘más pequeños’, los preferidos de Dios” (Mtp) (Agencia Fides 25/6/2008 líneas 60 palabras 868)
