VATICANO - Carta del Santo Padre a los participantes en la Asamblea General de la Federación Bíblica Católica: “La Palabra de Dios, fuente de reconciliación, de justicia y de paz”

miércoles, 25 junio 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “El mensaje que lleváis a Dar-es-Salaam es un claro mensaje de amor por la Bíblica y de amor por el África. El tema de vuestra Asamblea general llama la atención acerca de cómo la Palabra de Dios puede vivificar a la humanidad en la reconciliación, la justicia y la paz. Es ésta la palabra de la vida que la Iglesia debe ofrecer a un mundo fracturado”. Son las expresiones contenidas en la Carta que el Santo Padre Benedicto XVI ha enviado a los participantes de la séptima Asamblea General de la Federación Bíblica Católica, que se celebra en Dar-es-Salaam del 24 de junio al 3 de julio del 2008, sobre el tema: “La Palabra de Dios, fuente de reconciliación, de justicia y de paz”.
En su Carta el Papa recuerda que “el cristianismo es la religión de la Palabra de Dios”, ya que “sólo Cristo, Verbo eterno del Dios vivo, a través del Espíritu Santo puede abrir nuestra mente para comprender las Escrituras”. De esta manera alienta a los participantes en la Asamblea “a continuar dando a conocer la profunda relevancia de las Escrituras para la experiencia contemporánea de los católicos y especialmente de las generaciones más jóvenes”, y también “a guiarlos en su interpretación desde la perspectiva central de Cristo y de su misterio pascual”. Deteniéndose en el tema de la reconciliación, Benedicto XVI escribe que la comunidad de los creyentes puede ser levadura de la reconciliación sólo si “permanece dócil al Espíritu y da testimonio del Evangelio, sólo si lleva la Cruz como Jesús y con Él”.
Luego de invitar a todos los cristianos a “imitar la apertura de María, que acogió en su corazón y en su vientre al Verbo de Dios y llevó la vida al mundo” el Santo Padre concluye la Carta expresando el deseo de que los pueblos del África “puedan recibir al Verbo como la fuente de la reconciliación y de la justicia dispensadora de vida, y especialmente de la paz auténtica que viene sólo del Señor Resucitado”. (S.L.) (Agencia Fides 25/6/2008)


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