VATICANO - Benedicto XVI en S. Maria di Leuca y Brindisi - “Que la adhesión al Evangelio, concientemente renovada y vivida con responsabilidad, os impulse, hoy como ayer, a afrontar con confianza las dificultades y los desafíos del momento presente”

lunes, 16 junio 2008

Brindisi (Agencia Fides) – Después de la celebración Eucarística en el Santuario de Santa Maria de finibus terrae, el Santo Padre Benedicto XVI llegó a Brindisi en helicóptero. En la Plaza Lenio Flacco, tuvo un encuentro con la población, especialmente con los jóvenes de la Arquidiócesis. “Estoy contento de poder visitar esta Ciudad” afirmo el Papa en su discurso, subrayando que Brindisi, “un tiempo un lugar de embarcación hacia Oriente para comerciantes, legionarios, estudiosos y peregrinos sigue siendo una puerta abierta hacia el mar”.
“En los últimos años —continuó el Pontífice— los periódicos y la televisión han mostrado las imágenes de refugiados desembarcando en Brindisi, desde Croacia y Montenegro, desde Albania y Macedonia. Me parece importante recordar con gratitud los esfuerzos que se han realizado y que continúan realizando la Administración civil y militar, en colaboración con la Iglesia y con distintas Organizaciones humanitarias, para acogerlos y asistirlos, a pesar de las dificultades económicas que persisten particularmente en vuestra Región”.
La solidariedad es parte de las virtudes que constituyen el rico patrimonio civil y religioso de los habitantes de Brindisi, recordó el Papa, alentando a todos a continuar “con un renovado impulso” la construcción de un futuro común. “Entre los valores enraizados en vuestra tierra quisiera recordar el respeto de la vida y especialmente la valoración de la familia, expuesta hoy al ataque de numerosas fuerzas que intentan debilitarla” prosiguió el Papa, subrayando como es “necesario y urgente, también frente a estos retos, que todas las personas de buena voluntad se comprometan a salvaguardar a la familia, ¡base sólida sobre la que construir la vida de toda la sociedad!”. Otro fundamento de la sociedad es la fe cristiana, “que los antepasados consideraron como uno de los elementos significativos de la identidad de Brindisi. Que la adhesión al Evangelio, concientemente renovada y vivida con responsabilidad, os impulse, hoy como ayer, a afrontar con confianza las dificultades y los desafíos del momento presente; anime vuestra fe para responder sin compromisos a las expectativas legítimas de promoción humana y social de vuestra ciudad”.
A continuación el Papa dirigiéndose a los jóvenes afirmo: “Conozco en particular el peso que grava sobre tantos de vosotros y sobre vuestro futuro debido al fenómeno dramático del desempleo que afecta sobre todo a los muchachos y muchachas del sur de Italia. También sé que vuestra juventud se ve asediada por la lisonja de fáciles ganancias, por la tentación de refugiarse en paraísos artificiales o formas distorsionadas de satisfacción material. ¡No sucumbáis a las insidias del mal! Buscad ante todo una existencia rica de valores, para dar vida a una sociedad más justa y abierta al futuro. Que den frutos los dones que Dios os ha dado con la juventud: la fuerza, la inteligencia, la valentía, el entusiasmo y las ganas de vivir. Es a partir de este bagaje cultural, contando siempre con la ayuda divina, que podrán alimentar en vosotros y a vuestro alrededor la esperanza. Depende de vosotros y de vuestro corazón hacer que el progreso llegue a ser un bien para todos. Y el camino del bien tiene un nombre: amor. En el amor, sólo en el amor auténtico, se encuentra la llave de toda esperanza, porque el amor tiene su raíz en Dios... Y el amor de Dios tiene el dulce y compasivo rostro de Jesucristo. Este es el fulcro del mensaje cristiano: Cristo es la respuesta a vuestras preguntas y problemas, en Él se valoriza toda aspiración honesta del ser humano”.
Finalmente Benedicto XVI invitó a los jóvenes a conocer la Iglesia, a entenderla y amarla, prestando atención a la voz de sus Pastores: “La Iglesia está compuesta por hombres, pero Cristo es la Cabeza y su Espíritu la guía firmemente. Sois el rostro joven de la Iglesia, no dejéis de ofrecerle vuestra aportación para que el Evangelio que proclama se difunda por doquier. ¡Sed apóstoles de vuestros coetáneos!” (S.L.) (Agencia Fides 16/6/2008)


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