EUROPA/ESPAÑA - Carta del Arzobispo de Toledo ante la obligación el próximo curso de Educación para la Ciudadanía: “los padres haréis muy bien en defender con todos los medios legítimos a vuestro alcance para ser vosotros quienes determinéis la educación moral de vuestros hijos”

jueves, 12 junio 2008

Toledo (Agencia Fides) – “Es éste un hecho importante, ante el que hay que actuar con lucidez, verdad, responsabilidad y libertad y conforme a los deberes y derechos que tienen los padres en materia educativa: deberes y derechos fundamentales e inviolables, primarios, que deben ser enteramente atendidos y cuyo ejercicio, tutelado por la Constitución Española, debe ser garantizado”, afirma el Arzobispo de Toledo, Card. Antonio Cañizares Llovera, ante la implantación obligatoria de la materia “Educación para la Ciudadanía” que tendrá lugar en el próximo curso escolar en la Comunidad de Castilla-La Mancha.
Según el Cardenal esta signatura “impone obligatoriamente a todos los alumnos y a todos los centros, de hecho -en los objetivos, contenidos, competencias y evaluaciones-, una formación moral no elegida por los padres” e incluso en abierta contradicción con la formación religiosa que han elegido muchos de los padres. En este sentido recuerda que "la autoridad pública no puede imponer ninguna moral a todos: ni una supuestamente mayoritaria, ni la católica ni ninguna otra” pues “vulneraría los derechos de los padres y de la escuela libremente elegida por ellos según sus convicciones”.
Por ello el Cardenal Cañizares junto con su Obispo auxiliar en su responsabilidad como Obispos de la diócesis apoyan ya alientan a los padres y a los centros escolares con carácter propio en el cumplimiento de sus deberes y derechos y en la defensa de los mismos: “los padres haréis muy bien en defender con todos los medios legítimos a vuestro alcance (incluida, por tanto, la objeción de conciencia, legítima) que os asisten de ser vosotros quienes determinéis la educación moral que deseáis para vuestros hijos”. A los centros católicos de enseñanza les recuerda que “si admitieseis en vuestra programación, los contenidos previstos en los Reales Decretos entraríais en contradicción con vuestro carácter propio, informado por la moral católica” y los centros estatales a su vez “al tener que impartir esta asignatura, perderían su obligada neutralidad ideológica, si impusieran a los alumnos una formación moral no libremente elegida por los padres”.
“Es una lástima – continua el Cardenal - que esto que es tan obvio no sea reconocido suficientemente, o que el reclamar y ejercer estos derechos garantizados constitucionalmente estén encontrándose con tantas dificultades”. Por ello les recuerda a los padres que deben defender a los hijos y exigir lo que les corresponde pues es así “como se edifica una sociedad democrática y en verdadera convivencia”. Les advierte además que “todavía hay tiempo para rectificar. Pero, si no se rectifica, podría ser tarde para la educación de los niños y jóvenes”.
“Nosotros, como obispos vuestros, estamos a vuestro lado, y, como vosotros, no queremos otra cosa que vuestros hijos sean bien formados en todos los órdenes como personas, también en sus deberes cívicos, pero que no sean instrumentalizados fuera de lo que son esos deberes cívicos exigibles por el bien común y en correspondencia con el bien de la persona y la verdad del hombre”, se lee en la Carta.
A continuación el Cardenal exhorta también a los padres católicos a que cumplan con su deber pidiendo la formación religiosa y moral católica para sus hijos. Y manifiesta su agradecimiento a “tantísimos profesores cristianos y educadores que estáis actuando conforme a la razón y a la verdad” y los colegios católicos por el servicio que en nombre de la iglesia están llevando a cabo.
“Esta materia – afirma el Cardenal Cañizares - es decir, la necesaria educación de los niños y jóvenes para vivir como ciudadanos de España y del mundo, nunca debería ser objeto de confrontación y de división; si esto está sucediendo es señal de que algo no se ha hecho, o no se está haciendo bien”. Por ello les exhorta “¡No tengáis miedo alguno! No pedís nada que no os corresponda. Sabéis muy bien que, como obispos, nos sentimos muy cercanos y os apoyamos”. (RG) (Agencia Fides 12/6/2008)


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