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Khartoum (Agencia Fides) - Un conflicto que ha provocado desde el 2003 hasta hoy más de 300 mil muertos. Es el drama de Darfur, región de Sudán occidental, donde desde febrero del 2003 una serie de grupos armados han desencadenado una rebelión contra el gobierno central de Khartoum. La represión de la revuelta fue confiada a las milicias filo-gubernativas afectando sobretodo a la población civil, obligada a refugiarse en campos de desocupados al interior de Darfur y en campos para prófugos en los vecinos Chad y República Centroafricana.
En su llamado durante el Regina Caeli del pasado domingo 27 de abril, Su Santidad Benedicto XVI, recordó “la tragedia sin fin para cientos de miles de personas indefensas y abandonadas a su suerte” en esta región.
Según John Holmes, Subsecretario de las Naciones Unidas para los Asuntos Humanitarios, las víctimas del conflicto son 300 mil. Una cifra rechazada por las autoridades sudanesas: en base a sus cálculos, en Darfur han muerto sólo 10 mil personas. Holmes calcula no sólo las personas muertas a causa de los combates, sino también las víctimas indirectas del conflicto: aquellos que han perdido la vida por enfermedades o mala nutrición causadas por la situación de violencia y de guerra. El Subsecretario de las Naciones Unidas para los Asuntos Humanitarios admite, sin embargo, que la cifra de 300 mil no se basa en un criterio científico, sino en una “seria extrapolación” de informes anteriores. En el 2006 la ONU afirmaba que las víctimas del Darfur eran 200 mil. Ya que la situación no ha mejorado es factible afirmar que “la cifra hoy en día sea mucho más alta”, afirma Holmes, según el cual sobre 6 millones de habitantes de Darfur, más de 4 millones resultan afectados de una u otra manera por el conflicto. Los desocupados internos son 2 millones 450 mil y los refugiados en Chad y República Centroafricana son 260 mil.
Para proteger y llevar asistencia a la población civil ha sido conformada una fuerza mixta ONU/Unión Africana, cuyo despliegue encuentra serios obstáculos de orden político y técnico. Hasta ahora han sido desplegados tan sólo 9 mil de los 26 mil hombres previstos. Para poder operar sobre un territorio tan vasto como Francia, los soldados de la fuerza internacional necesitan una flota de helicópteros. Son pocos los países comprometidos en poner a disposición las aeronaves necesarias.
El conflicto tiene un origen ligado a las relaciones de fuerza al interior de Sudán, en el cual, sin embargo, han entrado los intereses de diversas potencias que miran a potenciales riquezas de la región, desde el petróleo hasta la goma arábica. (L.M.) (Agencia Fides 29/4/2008)
