AMERICA/PERU - La Ley sobre el Divorcio Rápido “para nada consolida o fortalece la familia, sino que por el contrario la debilita y propicia su ruptura o separación”:

martes, 1 abril 2008

Lima (Agencia Fides) - Mons. Miguel Cabrejos Vidarte, Arzobispo de Trujillo y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, ha emitido un comunicado ante la aprobación de la llamada “Ley sobre el Divorcio Rápido”, que permite a los peruanos divorciarse en tres meses en los municipios o notarías, y no tener que esperar más de dos años para que el Poder Judicial apruebe la separación legal. La polémica Ley que ha provocado críticas duras de la Iglesia Católica fue aprobada en el Congreso en una primera votación y necesitará una segunda aprobación para pasar al ejecutivo para su promulgación.
En el comunicado el Presidente de la Conferencia Episcopal advierte que esta Ley “para nada consolida o fortalece la familia, sino que por el contrario la debilita y propicia su ruptura o separación”. Mons. Miguel Cabrejos recuerda que “el Artículo 234º del Código Civil peruano define al matrimonio como la unión voluntariamente concertada por un varón y una mujer legalmente aptos para ella, a fin de hacer vida común y sujetos a las disposiciones del Código”. Además la misma Constitución establece en su artículo 4ª que “la sociedad y el Estado tienen como uno de sus lineamientos básicos la protección de la familia y la promoción del matrimonio, reconociendo que estas dos instituciones naturales son fundamentales en la sociedad”.
Según afirma el Obispo, “el matrimonio civil en el Perú es un acto contractual, cuya finalidad no es sólo el nacimiento de derechos patrimoniales que pasan a un segundo plano ante la importancia del nacimiento de una familia”, por ello, el matrimonio civil “antes que disolverlo hay que fortalecerlo”. En este sentido “la norma propuesta, pues, va contra la Constitución del Estado porque no fortalece el matrimonio y la familia sino que la debilita y no se piensa en el daño psicológico y afectivo a los hijos”. Por ello, concluye el Presidente de la Conferencia Episcopal, “las autoridades que buscan el bienestar, el desarrollo económico, emocional y psicológico de sus miembros han de garantizar la estabilidad de la familia y del matrimonio”. (RG) (Agencia Fides 1/4/2008 Líneas: 26 Palabras: 366)


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