ASIA/IRAK - Dolor y conmoción por la muerte del Arzobispo de Mosul; hoy los funerales en presencia de los cristianos de todo el país

viernes, 14 marzo 2008

Mosul (Agencia Fides) - Es el día del dolor y del luto para la Iglesia Caldea en Mosul y en todo Irak. Ayer fue confirmada la muerte del Arzobispo Caldeo de Mosul, Mons. Paulos Fraj Rahho, secuestrado el 29 de febrero en la ciudad, al final de la celebración del Via Crucis. Su cuerpo fue encontrado después de un aviso de los secuestradores y fue entregado al personal médico para la autopsia, para poder determinar las causas de la muerte. La Iglesia en Irak y en todo el mundo está impresionada, dolida y profundamente triste por el episodio, que ha generado una condena unánime por parte de los gobiernos, instituciones internacionales, Conferencias episcopales, asociaciones cristianas y no cristianas. También el Premier iraquí Nuri al-Maliki ha enviado un mensaje de condolencias al Cardenal Emanuel III Delly, Patriarca Caldeo de Bagdad.
“Es una noticia que nos deja sin palabras”, dijo el Nuncio Apostólico en Jordania e Irak, Mons. Francis Assisi Chullikat, recordando que “hasta el día de ayer esperábamos con trepidación buenas noticias”. “Mons. Rahho - continuó el Nuncio - era un hombre de paz y de diálogo, vínculo entre cristianos y musulmanes. Ahora el diálogo debe ir hacia adelante”.
Hoy la comunidad católica iraquí se une alrededor de su Obispo en la conmoción y en la solidaridad. Los funerales de Mons. Rahho se llevan a cabo hoy mismo, 14 de marzo, por la tarde, en el pueblo cristiano de Kremlesh, como señaló el Obispo Caldeo de Erbil, Mons. Rabban al-Qass, en presencia de los líderes de la Iglesia Caldea, de Obispos de otras confesiones cristianas presentes en Irak, de líderes musulmanes que han condenado el terrible episodio.
Kremlesh se está convirtiendo en un lugar simbólico, vinculado al martirio que muchos representantes, religiosos y laicos cristianos, han vivido en estos años. Allí se desarrollaron las exequias del P. Ragheed Ghanni y de los tres diáconos asesinados el año pasado en Mosul (ver Fides 4/6/2007), así como las de los tres jóvenes que escoltaban a Mons. Rahho el día de su secuestro. El pueblo se muestra blindado por las fuerzas de seguridad iraquíes y curdas, que hoy escoltan a los sacerdotes y a los Obispos provenientes de Kurdistán.
“El martirio de Mons. Rahho sirva a Irak y a la reconciliación. Que esta sangre sirva para crear la paz, porque es la sangre de un hombre puro, un hombre de fe”, ha dicho Mons. Philp Najim, Procurador de la Iglesia Caldea ante la Santa Sede. “Esperamos que la conciencia de la comunidad internacional actúe para detener este mar de sangre y las oleadas de gente que deja el país para buscar la paz y una vida normal”. “Mons. Rahho ha muerto - añadió - pero la Iglesia en Irak está viva y sigue su misión. Recemos por Irak, por nuestros fieles y por el pueblo iraquí. Recemos también por el Gobierno, para que sepa llevar verdaderamente a cabo su responsabilidad de proteger a los ciudadanos. Pidamos a Dios Omnipotente la paz para Irak”.
Mensajes de condolencia han llegado de todo el mundo. Caritas Internationalis ha deplorado el evento esperando que “la muerte del Obispo sea una ocasión para poner fin a la violencia y traer de nuevo la paz a Irak”. La asociación Ayuda a la Iglesia Necesitada, que sostiene a las comunidades católicas iraquíes, recordando “los grandes sacrificios y los sufrimientos del pueblo”, afirma: “La Iglesia iraquí ha recibido una vez más la bendición de la sangre de un nuevo mártir que, más allá de la terrible pérdida humana, dará ciertamente frutos abundantes, porque su esperanza está fundada en Aquél que no falla”. (PA) (Agencia Fides 14/3/2008 líneas 34 palabras 608)


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