AFRICA/KENYA - Sigue la violencia “pero se trata de episodios locales que no deben enfatizarse”

viernes, 7 marzo 2008

Nairobi (Agencia Fides)- “En el país se ha difundido un cauto optimismo, reforzado por la actitud de los líderes políticos que parecen tener la intención de colaborar para gobernar juntos el País” dice a la Agencia Fides una fuente de la Iglesia local de Nairobi, en Kenya, donde el 6 de marzo el Presidente Kibaki ha abierto las labores parlamentarias orientadas a modificar la Constitución, uno de los puntos previstos por el acuerdo entre la mayoría y la oposición (ver Fides 6/3/2008). El Parlamento observó un minuto de silencio en recuerdo de las más de mil víctimas de la violencia de las semanas pasadas.
En su discurso, el Presidente Kibaki definió el acuerdo alcanzado el 28 de febrero con el líder de la oposición Raila Odinga como “una victoria para todos los kenianos y una primera etapa para conseguir un Kenya próspero y estable. Yo y Odinga hemos firmado el acuerdo porque nuestra población había hecho entender claramente que quería un solo Kenya, donde todos puedan vivir en paz, en justicia y en armonía”. El 11 de marzo el Parlamento se reunirá para examinar el proyecto de ley sobre la creación del cargo de Primer Ministro que se confiará a Odinga.
El día de la reapertura del Parlamento se vio sin embargo enlutado por nuevas muertes y nuevos actos violentos. En un ataque a dos aldeas del distrito de Laikipia murieron nueve personas y otras 11 fueron heridas gravemente a golpes de machete, y más de un centenar de casas fueron incendiadas.
“Se trata de episodios locales que, a pesar de su gravedad, no deben enfatizarse” dice la fuente de Fides. “En aquella zona se han asentado inmigrantes provenientes de otras zonas de Kenya, como los turkana. Desde hace tiempo hay tensiones entre las personas que viven en condiciones precarias. Comienzan con un robo al que se responde con otro robo, para pasar después a actos más graves, llegando a los asaltos y a los incendios de las casas” explica nuestra fuente que ha visitado la zona hace poco. “Cuando pasé, en el área todo estaba en calma, pero la violencia puede explotar de un momento a otro en estas zonas. Antes de la crisis política en Kenya, la violencia criminal era ya un problema muy preocupante: los choques de trasfondo étnico y tribal desencadenados por la mala política han dejado ciertamente secuelas peligrosas”. Para afrontar la cuestión, el acuerdo entre la mayoría y la oposición prevé la creación de una Comisión “Justicia y Verdad” que tendrá la tarea de discernir las responsabilidades de los actos violentos.
“Otra preocupación que se advierte en la población es el aumento de los precios de los productos alimenticios” afirma la fuente de Fides. “Hemos perdido una cosecha durante la fase más grave de los choques, porque los campesinos no podían ocuparse de sus campos. Kenya es un país más o menos auto-suficiente en el plano alimentario. Existen problemas de distribución, en una zona parte de la cosecha se daña, mientras en otra hay escasez, porque no hay carreteras para transportar los excedentes agrícolas. Hay también algunos problemas de mala gestión o de corrupción, pero en general Kenya es auto-suficiente e incluso llega a exportar. Antes de desencadenarse la crisis, habían surgido polémicas porque se vendió al exterior parte de las reservas estratégicas de maíz, que ahora hubieran convenido para superar las dificultades alimentarias”. (L.M.) (Agencia Fides 7/3/2008 líneas 38 palabras 564)


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