AFRICA/KENYA - Sigue la violencia, mientras “es necesario curar las almas de las personas y resolver el problema de la propiedad inmobiliaria” dice un misionero

lunes, 3 marzo 2008

Nairobi (Agencia Fides)- “Es necesario curar las almas de las personas: este es uno de los títulos más recurrentes en los diarios de Kenya” dice a la Agencia Fides el p. Roger Tessier, misionero canadiense de los Padres Blancos (Misioneros de África), que trabaja en Kenya. La firma del acuerdo que puso fin a la crisis más dramática de la historia de Kenya independiente (ver Fides 28/2/2008), es, en verdad, una condición necesaria pero insuficiente para devolver al país a la normalidad.
El mediador del acuerdo, el ex Secretario General de la ONU Kofi Annan, al dejar Kenya recordó que “queda todavía un largo camino por recorrer”. El P. Tessier enumera algunas de las prioridades: “En el plano político será necesario proceder rápidamente a enmendar la Constitución para crear el cargo de Primer Ministro y de sus dos Vices. En el plano social es necesario dar una respuesta a los más de 300 mil refugiados, obligados a huir a causa de la violencia. Hay dificultades logísticas -sus casas fueron saqueadas y destruidas- y psicológicas -¿cómo pueden volver a convivir en áreas en las cuales los vecinos se convirtieron en enemigos?”
“Otro problema que hay que afrontar -sigue el misionero- es el económico. El sector del turismo se ha visto severamente golpeado por la crisis. En el Rift Vally, que es el granero de Kenya, la cosecha se ha perdido en buena parte porque los campesinos se vieron obligados a abandonar los campos”.
Las heridas más graves que se presentan son las espirituales y psicológicas, porque la población debe aprender de nuevo a confiar en su vecino y a colaborar. “La Iglesia católica y las demás confesiones religiosas presentes en Kenya son bien conscientes de este problema y han puesto en marcha iniciativas de reconciliación” afirma el p. Tessier. “El p. Daniele Moschetti, misionero comboniano que trabaja en el barrio marginal de Korogocho, ha organizado un encuentro con otros misioneros para examinar las vías de curación espiritual, moral y psicológica de la población. Un grupo de diálogo inter-religioso, que reúne a las distintas confesiones cristianas además de los musulmanes e hindúes, ha promovido una estrategia para curar las almas y para seguir de cerca la política del gobierno. No se puede dejar que el mundo político gestione por sí solo la transición posterior a la crisis: es necesario que la sociedad civil se organice y desarrolle una función de estímulo, de control pero también de colaboración con el gobierno” afirma el misionero.
La urgencia de intervenciones decididas para volver a poner bajo control el orden público, así como para sanar las heridas psicológicas de la población, quedó demostrada por un ulterior hecho de sangre registrado en la noche entre el 2 y el 3 de marzo. En una aldea del Rift Vally fueron asesinadas 15 personas durante un asalto liderado por un grupo armado. “El problema de la redistribución de la tierra se siente mucho en Kenya, especialmente en el Rift Valley: se trata de uno de los nudos fundamentales en los cuales se juega el futuro del País y el retorno de la paz” cocluye el p. Tessier. (Agencia Fides 3/3/2008 líneas 35 palabras 521)


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