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La Habana (Agencia Fides) - El Cardenal Jaime Ortega Arzobispo de La Habana (Cuba) afirma en una entrevista concedida a la revista “Encuentro Digital” que la visita de Juan Pablo II a Cuba supuso “un nuevo punto de partida en el camino de fe de los cubanos”. Según afirma el Cardenal “la Iglesia, en aquella ocasión, se presentó al pueblo de Cuba y al mundo como una Iglesia viva, capaz de preparar aquella visita de forma esmerada, de acoger al Papa con devoción y entusiasmo desbordante y de captar agradecida el mensaje y las enseñanzas de sus palabras”.
Además la visita del Santo Padre “no fue un paso fugaz por nuestra historia, sino una siembra que germinó y ha dado frutos”. En efecto la Iglesia tomo más conciencia de su misión y desde entonces se han apreciado algunos frutos. Por ejemplo, continua el Cardenal en Cuba no se han podido construir nuevas iglesias en muchos años Pero “desde hace algunos años sí hemos reparado, o reconstruido totalmente, iglesias en malas condiciones”. También en numerosos barrios, zonas rurales y nuevos asentamientos humanos, donde no existe un lugar de culto, se han ido creando centros donde “se reúnen comunidades de 30, 40 o más personas, se proclama la Palabra de Dios y se reflexiona sobre ella, se establece un catecumenado para quienes deben recibir los sacramentos de la iniciación cristiana y catequesis para niños y adolescentes y se crean progresivamente verdaderas comunidades cristianas”. En dichas comunidades tan solo algunas veces al año se pueden realizar celebraciones sacramentales del bautismo y la Eucaristía “pues en la Arquidiócesis de La Habana hay más de 500 casas de misión y 210 iglesias más que deben atender sólo 100 sacerdotes diocesanos y religiosos”. Las casas de misión son atendidas muchas veces por misioneros laicos, diáconos, religiosos y religiosas “y nos esforzamos porque haya catequistas de la misma comunidad que se formen para atenderlas”. Esta, según afirma el Cardenal es una de las realidades eclesiales que se han desarrollado después de la visita del Papa.
También el trabajo de Caritas “en programas de atención y promoción de ancianos, de enfermos o de personas necesitadas, en los casos de emergencia por razones climatológicas y en muchas otras acciones se ha organizado y desarrollado notablemente después de la visita del Papa”. Otro fruto ha sido “la progresiva aparición de materiales impresos con una amplia gama de temas”, que incluye publicaciones del Centro de Bioética Juan Pablo II de La Habana, o la revista mensual de Signis sobre cine y Medios de Comunicación Social, además de numerosas revistas de todas las diócesis
También las vocaciones al sacerdocio han aumentado. “Actualmente se preparan para el sacerdocio unos ochenta jóvenes de todo el país”, afirma el Cardenal. Además, “en La Habana se está construyendo un Nuevo Seminario Nacional y también la vida religiosa femenina ha mostrado un incremento”. Sobre todo, afirma el Arzobispo de La Habana se ha dado “un crecimiento en profundidad y en conciencia evangelizadora”.
Respecto a las dificultades más graves de la Iglesia en Cuba, el Cardenal constata especialmente “la secularización, que genera indiferencia religiosa sobre todo en un país que fue trabajado por el ateísmo de estado”. Otro problema lo constituye la falta de personal y de recursos pastorales para realizar las grandes tareas de la Iglesia. Además la Iglesia, continua el Cardenal “no tiene escuelas ni acceso habitual a los medios de comunicación social”. También preocupa a la Iglesia “la falta de compromiso de la juventud actual en todos los órdenes, también en el campo de la fe”.
El Cardenal concluye la entrevista afirmando que las Iglesias de América Latina deben ayudarse recíprocamente según el espíritu de Aparecida, “la gran ayuda mutua debe ser esa solidaridad nuestra en la oración, en la misión, que no es más que el Amor Cristiano convertido en vivencia habitual”. (RG) (Agencia Fides 22/2/2008 Líneas: 49 Palabras: 668)
