OCEANÍA/AUSTRALIA - Según la Iglesia, de las disculpas por parte del gobierno a los aborígenes, nacerá una nueva estación de comprensión, paz y desarrollo

jueves, 7 febrero 2008

Sydney (Agencia Fides) - Las disculpas oficiales que el gobierno australiano, guiado por el neo Premier Kevin Rudd, presentará a los aborígenes el 13 de febrero próximo, en memoria del fenómeno de la “generación robada” (ver Fides 31/1/2008), representan una oportunidad para superar el conflicto existente en la sociedad australiana, iniciando así una nueva estación de reconciliación, comprensión, paz, desarrollo social y cultural. Esto es cuanto afirma la Conferencia Episcopal de Australia, mostrándose favorable y optimista respecto al gesto que el gobierno australiano ha anunciado para buscar cerrar una de las vicisitudes más tristes y dolorosas de la historia australiana del siglo pasado. El premier Rudd ha afirmado que considera las disculpas “cruciales y necesarias para construir un puente de respeto que ha faltado en las últimas décadas”.
La Comisión Episcopal para las Relaciones con los Indígenas afirmó que la ceremonia de perdón, con su carga simbólica, servirá para liberar de una vez por todas “el obstáculo de las emociones”, ayudando a la comunidad aborigen a mirar el propio futuro con mayor optimismo y determinación. Según Mons. Barry Hickey, Arzobispo de Perth y Presidente de la Comisión, el gesto del gobierno será apreciado por muchísimos australianos, recordando que la mayoría de la población, desde 1967, votó un referéndum para garantizar la plena ciudadanía a las comunidades aborígenes y se demostró favorable a su integración.
En este proceso de acogida y aceptación, la Iglesia australiana ha dado siempre su contribución “comprometiéndose a proporcionar instrucción, atención médica, asistencia social”, pero también anunciando el Evangelio a las comunidades más remotas.
Hace diez años, en el Sínodo para Oceanía celebrado en el Vaticano en 1998, los Obispos australianos expresaron su dolor por la condición de los aborígenes, expresado también en la Exhortación Apostólica “Ecclesia in Oceania”, publicada en el 2001, la cual invitaba a reconocer las injusticias cometidas en el pasado contra las comunidades indígenas para inaugurar una nueva era de paz y de armonía social. (PA) (Agencia Fides 7/2/2008; líneas 25, palabras 328)


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