AFRICA/KENIA - Kenia Análisis parte I- La crisis keniana debe marcar un cambio en la política de la Unión Africana: los riesgos son demasiado elevados para permanecer sin hacer nada

viernes, 1 febrero 2008

Nairobi (Agencia Fides)- La dramática situación de Kenia debe obligar a la Unión Africana a reformular su política de intervención en las crisis africanas. No se puede seguir mirando desde otra parte. Después de Darfur, Zimbabwe, Somalia, Congo, ha llegado el momento de Kenia: la Unión Africana debe encontrar una política eficaz para resolver estas situaciones que amenazan la estabilidad de todo el continente. Son algunos de los comentarios recogidos por la Agencia Fides por exponentes de la Iglesia en Kenia, que dirigen la mirada al Summit de los Jefes de Estado de la Unión Africana que se realiza en Addis Abeba (ver Fides 31/1/2008) con una mezcla de esperanza y de escepticismo. Esperanza porque la crisis de Kenia está golpeando las economías de diversos países de la región y por lo tanto tienen mucho interés en jugar un rol activo en la resolución. Escepticismo porque los gobiernos africanos han impedido durante mucho tiempo que la Unión Africana encuentre una política común para situaciones como Darfur o Zimbabwe, a causa de una serie de vetos varios.
“Digámoslo claramente: el Presidente del país A difícilmente critica al Presidente del país B, porque corre el riesgo de, a su vez, ser puesto en discusión”, dice una de las fuentes de Fides. “Lamentablemente el autoritarismo y la corrupción son la regla en la mayor parte de los países africanos. De este modo, entre políticos de diversos estados se protegen unos a otros: yo no me meto en tus negocios y tú no te interesas por los míos. Como consecuencia, la Unión Africana difícilmente consigue tomar decisiones políticamente relevantes a menos que no hayan intereses comunes que permitan superar arreglos y complicidades”.
En el caso de Kenia están en juego las economías de los países vecinos, además de la estabilidad de un área estratégica para todo el occidente. Algunos datos aclaran el relevante rol de Kenia en el área. El 42,6% de las exportaciones kenianas son dirigidas hacia otros países miembros de la Comunidad Económica del África Oriental; a través de Kenia pasan cada día 400 camiones de mercadería y carburantes dirigidos hacia países limítrofes. Como reporta Fides (ver Fides 9/1/2008) en algunos países del área ha sido impuesto el racionamiento de la venta de carburante que llega a través de las estructuras kenianas. Los países más afectados por las consecuencias de la parálisis del transporte en Kenia son: Uganda, Burundi, Ruanda, Tanzania, República Democrática del Congo e Sud Sudan.
La misma economía de Kenia corre el riesgo de recibir un severo golpe si se extiende la actual crisis política. Hasta hace pocas semanas la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto de Kenia era del 7%, empujado por el turismo y por las exportaciones (de flores, cultivadas en Naivasha, la ciudad de la Rift Valley epicentro de los combates más violentos de los últimos días). La caída del turismo keniano (que representa el 14% del PIB. En el 2007 Kenia acogió a 1,8 millones de turistas) ha dañando también el de los otros Estados africanos, especialmente aquellos limítrofes como Tanzania y Uganda, que han visto reducirse el número de turistas en un 30%.
En el plano estratégico, si Kenia tuviese que hundirse en el caos, se corre el riesgo de una progresión del extremismo islámico de Somalia al área noreste de Kenia y en la zona costera, habitada por poblaciones somalíes que hasta ahora han permanecido al margen de los combates. Kenia ha jugado un rol de mediación entre las diversas partes de Somalia, acogiendo en su territorio en varias ocasiones a las diversas Conferencias de paz por Somalia que se han realizado a lo largo de los años. Y si Kenia tuviese que convertirse en un estado frágil, o peor aún “fracasado”, se correría el serio peligro de extender la inestabilidad somalí a otras zonas del África oriental. Un peligro ya advertido por diversos expertos americanos (como Douglas Farah del Washington Post), que anuncian la pérdida de un importante punto de referencia para la política occidental en toda el área. No se olvide que en Nairobi, las Naciones Unidas, diversas ONG, y muchos gobiernos occidentales disponen de importantes estructuras logísticas utilizadas para intervenciones en toda el África oriental y central. En Kenia está además la base de buena parte de las actividades informativas internacionales para esta área: desde periódicos a agencias de prensa y cadenas televisivas… además de servicios de inteligencia de diversos Estados.
La cuestión islámica, asimismo, había suscitado polémicas ya durante la campaña electoral del año pasado. En agosto de 2007, en efecto, habían circulado en Nairobi algunas copias de un presunto memorando de acuerdo entre el candidato presidencial y líder del Orange Democratic Party, Raila Odinga, y Sheik Abdullahi Abdi, Presidente del National Muslim Leaders Forum. En este documento, no reconocido por los interesados, Odinga habría prometido, a cambio del apoyo electoral del Sheik, la creación de dos regiones semiautónomas, gobernadas por la ley islámica (Sharia) en las dos provincias (la provincia costera y la del noreste) donde es mayor la presencia de ciudadanos de religión musulmana. Las diversas confesiones cristianas pidieron explicaciones a Odinga, afirmando que si un pacto como éste fuese aplicado el país habría sido dividido por líneas religiosas y habría creado una división como la existente en Nigeria, entre los Estados del sur, cristianos, y los del norte, musulmanes.
Por estos motivos la comunidad internacional no puede quedarse mirando. Es una señal en la dirección correcta la llegada a Nairobi del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban ki-Moon, proveniente del Vértice de Adis Abeba donde encontró al Presidente de Kenya Kibaki, para un coloquio con el jefe de la oposición Odinga. En Nairobi se encuentra asimismo el predecesor de Ban Ki-Moon, el ghanés Kofi Annan. (L.M.) (Agencia Fides 1/2/2008 líneas 67 palabras 900) El lunes 4 de febrero saldrá la 2° parte y el martes 5 la 3°


Compartir: