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Roma (Agencia Fides) - Sobre la Cumbre entre la Unión Europea y los Países Africanos que se ha realizado en Lisboa, publicamos un comentario enviado a la agencia Fides por el Padre Gerardo Caglioni, misionero javeriano que ha trabajado durante 12 años en Sierra Leona.
"Desde siempre Europa y África se han encontrado: primeramente en la cuenca del Mediterráneo, después con las exploraciones y por ultimo con la conquista colonial. Hoy predominantemente con el comercio. Creo que es justo este el punto de la cuestión: las preciosas materias primas y la mano de obra a bajo costo, de una parte y la peligrosa competencia de los Países asiáticos, de la otra. Más aun, los regímenes africanos tienen cada vez más necesidad de ganarse los clientes más convenientes y Europa que no quiere perder el conveniente mercado, en particular las materias primas preciosas.
La Cumbre EU-África de Lisboa de los días pasados ha prometido ser un encuentro de iguales y quizás lo habrá sido oficialmente y en palabras, pero los resultados reales serán verificados (a corto y mediano plazo creo) a través del impacto real en la vida de la gente: si el nivel de vida de millones de africanos cambiará efectivamente o quedará - como siempre - una vana promesa. La gente de África arriesga cada día la vida para poderla concretamente cambiar (el flujo de las migraciones y los barcos de la muerte lo repiten tristemente cada día), las riquezas abundantes de la tierra de África normalmente van a los bolsillos de pocos (y son justo aquéllos que se sientan hoy en las mesas de las negociaciones con Europa) y el impacto sobre la gente común casi siempre es nulo.
La verdadera negociación - me parece - no está con los pueblos de África, sino con los gobernadores de regímenes bastantes oportunistas que buscan la mayor ventaja en el más breve tiempo posible. Basta pensar en la famosa deuda de los países del tercer mundo. ¿Quién ha sacado ventaja de ello? No ciertamente la población de los Países amnistiados, sino ciertos gobernantes que se han ganado buena parte de aquellas rentas y se han olvidados de los compromisos asumidos para el desarrollo de sus poblaciones.
Ciertamente una presencia más comprometida de Europa podrá dar una mano segura para la solución de conflictos ya generacionales del África negra, pero no totalmente, porque la solución verdadera tiene que salir solo del interno. Los derechos humanos podrán ser solicitados, pero no impuestos; el flujo de inmigraciones corregido, pero no resuelto; el desarrollo favorecido, pero no implementado; la paz solicitada, pero no impuesta; el entorno mejorado, pero no necesariamente más seguro y sano; el comercio más ecuánime, pero no necesariamente más justo; etcétera.
África podrá elegirse a todos los partner que querrá, pero tendrá que convencerse, finalmente, que su futuro sólo está en sus manos... y en la Providencia de Dios".
(L.M) (Agencia Fides 10/12/2007 líneas: 35; palabra: 506)
