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La Paz (Agencia Fides) - La jornada de oración convocada por la Iglesia católica llamada Minuto de Oración “Por la vida y la reconciliación de los bolivianos” se ha desarrolló con éxito en La Paz según afirma D. José Rivera, Secretario Ejecuto de la Comisión Episcopal de Comunicación de la Conferencia Episcopal Boliviana (ver Fides 29/11/2007).
Según el Secretario de la Comisión de Comunicación “muchos bolivianos están viviendo momentos de desesperanza, temor e inclusive de frustración. Lamentablemente se han precipitado muchos hechos de violencia”, por ello, considera que es oportuno “hablar al alma y al corazón de las personas y de manera especial a la de los que dirigen el país en el campo social, político, cívico en todos los niveles”. Se refirió también al necesidad de mantener la unidad en el país pues “Dios nos quiere a todos como hermanos y no que quiere vivamos enfrentados, el país nos necesita más unidos que nunca. Por eso es oportuno la oración para ello necesitamos un corazón sincero, mucha fe y sobre todo reconocer a Dios como nuestro padre para poder reconocemos con los demás como hermanos”.
Mons. Jesús Juárez, Obispo de El Alto y Secretario General de la Conferencia Episcopal durante la homilía de ayer primer Domingo de adviento pidió que “Dios llegue al corazón de nuestros gobernantes, de nuestras autoridades y de cada uno de los bolivianos en este tiempo”. En respuesta a la invitación de orar por el país, Mons. Jesús propuso tomar esta práctica de la oración todos los días a las 12:00 del medio día. Recordó también los últimos mensajes de la Conferencia Episcopal que piden a todos cambiar de corazón y de actitud y que nos invitan a construir la paz afirmando que “necesitamos que Bolivia cambie pero el cambio no se impone y tampoco hay que resistirlo hay que vivir en la libertad que el Señor nos ha dado”. “En estos momentos- continua el Obispos - si queremos vivir en paz, reconciliados, si queremos ser hombres y mujeres de perdón, necesitamos tener la capacidad de escucharnos, de apreciar las cualidades del otro y entonces buscar un diálogo sincero para encontrar, en primer lugar, soluciones a los problemas que cada uno tiene interiormente y, luego, también a los problemas que tiene el país. La iglesia insiste en el diálogo”. (RG) (Agencia Fides 3/11/2007
