AFRICA/COSTA DE MARFIL - “La esperanza de paz ya es más fuerte que el escepticismo”, dice a Fides un misionero del norte de Costa de Marfil.

jueves, 29 noviembre 2007

Yamoussoukro (Agencia Fides)- “La Costa de Marfil es un país que sigue viviendo entre esperanza y escepticismo, pero estoy convencido que ahora prevalga la primera sobre el segundo”, dice a la Agencia Fides un misionero de Bouaké, en el norte de la Costa de Marfil. “El escepticismo deriva del hecho de que mientras el Presidente Laurent Gbagbo y el Primer Ministro Guillaume siguen llevando adelante el proceso de normalización del país, la oposición representada por políticos como Alassane Ouattara, que se siente excluida de este proceso, trata de obstruir el proceso”, explica el misionero, que no desea ser citado por su nombre por motivos de seguridad.
“Todavía se escucha decir que el país se derrumbará en dos días, pero al final prevalece el deseo de paz de la gente, que está cansada de 5 años de división en dos de la nación. En Bouaké, que es el feudo de los rebeldes, también los pequeños jefes militares hablan de la paz como única perspectiva para el país. Hemos tomado este camino y tenemos que ir hacia delante, afirman. Por esto soy cautamente optimista”.
Hace dos días el Presidente Laurent Gbagbo y el Primer Ministro Guillaume Soro subscribieron un acuerdo para realizar las elecciones presidenciales y legislativas hacia finales de junio. El acuerdo fue firmado en Ouagadougou, capital de Burkina Faso, cuyo Presidente, Blaise Compaoré, es el mediador en la compleja crisis marfileña. Ayer, 28 de noviembre, el Presidente Gbagbo se dirigió a Korhogo, otra ciudad del norte controlada por los rebeldes, donde fue acogido positivamente por la población. “En su discurso en Korhogo, transmitido por la televisión nacional, el Jefe de Estado subrayó que los progresos realizados en los últimos meses pueden parecer modestos a algunos observadores, pero son mucho más importantes de lo que se realizó durante los cinco años precedentes”, dice el misionero. “Estoy convencido de que tiene razón, la crisis marfileña no se resuelve en un abrir y cerrar de ojos, es necesario tener paciencia. Por otro lado los progresos se ven: en las calles hay patrullas mixtas formadas por militares regulares y exrebeldes de las Fuerzas Nuevas y la gente está regresando a sus casas en el norte, abandonadas durante la rebelión del 2002”, concluye el misionero. (L.M.) (Agencia Fides 29/11/2007 líneas 26 palabras 378)


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