AMERICA/BOLIVIA - Después de los graves acontecimientos de los últimos días los Obispos piden el cese de todos los enfrentamientos violentos y el respeto a la vida

lunes, 26 noviembre 2007

Sucre (Agencia Fides) - Ante la gravedad de los hechos que se han sucedido en los últimos días en el país, la Secretaria General de la Conferencia Episcopal Boliviana ha emitido dos comunicados, el 23 y 25 de noviembre, en los que expresan su honda preocupación por los sucesos y realizan un llamamiento urgente a la población a abandonar el camino de la violencia, al respeto a la vida, al cese de todos los enfrentamientos y a buscar la pacificación.
La Asamblea Constituyente de Bolivia reanudo sus sesiones el viernes pasado 23 de noviembre, en medio de graves enfrentamientos entre policías y manifestantes. Las sesiones llevaban paralizadas desde el 15 de agosto ante las diversas protestas que exigían el traslado del Gobierno nacional desde La Paz, hasta Sucre. Sucre es la capital legal de Bolivia pero alberga solo el Poder judicial, mientras que el Ejecutivo y Legislativo radican en La Paz desde la segunda mitad del siglo XIX.
Los Asambleístas se reunieron el vienes en medio de grandes medidas de seguridad en un liceo militar y sin representantes de la oposición. En total eran 136 de los 255 asambleístas elegidos en julio de 2006 y aprobaron el nuevo texto constitucional en primera instancia. Quedan pendientes la aprobación artículo por artículo y la ratificación en referendo. Durante la reunión se han producido graves disturbios en la ciudad provocando tres muertos y más de 130 heridos.
“No es responsable mantener un clima de enfrentamiento y recurrir a grupos de presión, sin aportar con honestidad y transparencia, a la solución de los problemas que atravesamos”, afirman los Obispos. Así mismo recuerdan que “es una aberración, que contradice los principios humanos y cristianos, usar las necesidades y aspiraciones humanas como recurso de cálculo político, e instrumentalizar a grupos sociales como recursos de presión”.
Los Obispos realizan un llamamiento a los grupos enfrentados recordándoles que “no es el camino para construir un futuro para Bolivia”, pues “las heridas y la sangre siembran odio y seguirán dividiéndonos”. Alos responsables políticos les piden ponerse “al servicio de la pacificación y el bien del país”. Manifiestan también su solidaridad con las familias que han sufrido una perdida o algún herido en estos días y a las personas de paz, “desconcertadas y desanimadas por los últimos acontecimientos”, les piden mantenerse firmes en su postura y no perder la esperanza de que “es posible la construcción de un país por la vía del diálogo, en el respeto de la vida y la dignidad de toda persona, en la búsqueda del bien común y en la atención a los marginados y últimos de nuestra sociedad”.
Los Obispos del país han manifestado también su profunda preocupación en las homilías pronunciadas durante las misas de este domingo. Así por ejemplo, Mons. Sergio Gualerti, Obispo Auxiliar de Santa Cruz de la Sierra cuestionó la validez de una constitución nacida en medio de la violencia: “¿Qué ciudadanos pueden o podrán identificarse con una constitución que nace manchada de sangre?”, afirmó. Por su parte, Mons. Jesús Juárez, Obispo de El Alto, ha dirigido un vehemente llamado a la paz, la reconciliación y la unidad pidiendo “pacificar nuestro país, que vivamos como hermanos unidos, que no haya ninguna diferencia entre bolivianos. Que nadie se sienta excluido. Que cesen los enfrentamientos y que no haya odio, ni rencores, ni racismo, que no haya estos espíritus que se enardecen y que quieren buscar el enfrentamiento, la violencia y la muerte”. (RG) (Agencia Fides 26/11/2007 Líneas: 43 Palabras: 597)


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