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Dubrovnik (Agencia Fides) - Del 12 al 15 de noviembre se realizó en Dubrovnik el VI Congreso de la Pontificia Obra de la Infancia Misionera (POIM) para los países del Mediterráneo y para los países del Este Europeo. Dicha reunión se celebra cada dos años y ha llevado a un interés cada vez mayor por la Obra y a una mayor vivacidad en la animación misionera de los niños y de los muchachos. Los anteriores encuentros se han desarrollado en Roma (1995, presentes sólo 4 países), Madrid (1997), Varsovia (1999), Roma (2001), Malta (2003) y Corfú (2005).
Este año el encuentro ha sido particularmente significativo tanto por el lugar y la acogida de la Iglesia local de Croacia, que se ha esmerado para permitir que todos los invitados disfruten de unos días tranquilos e interesantes, así como por los contenidos de las intervenciones y el diálogo, con interesantes análisis sobre las misiones y un compromiso siempre nuevo con la Obra de la Infancia Misionera.
El Congreso se abrió con la Santa Misa presidida por S.E.R. Mons. Slobodan Stambuk, Presidente de la Comisión Episcopal para las Misiones de Croacia, que recordó a San Josafat, llamado “el secuestrador de almas”, haciendo alusión a la fuerza misionera que debe conquistar las almas para Cristo. P. Patrizio Byrne, Secretario general de la POIM, dio una visión global de las misiones subrayando en particular la carta del Papa Benedicto XVI a los niños misioneros de Austria. Sor Mariateresa Crescini, del Secretariado Internacional de la POIM, presentó los nuevos Estatutos de la Pontificia Obra Misionera, del artículo 13 al 18, ilustrando la parte teórica con ejemplos prácticos.
Jean Lazarus presentó una amplia exposición de la actividad del “Canto de los tres Reyes” según el modelo de la Infancia Misionera en Bélgica. Padre Anastasio García trató el tema fundamental de la misión en la catequesis. Expuso con claridad el recorrido de fe de los niños presentando la dinámica pastoral de las misiones en tres niveles: 0-8 años: iniciación; 8-10 años: sacramentalización; 10-14 años: vocación. Aclaró que la misión de la Infancia no es un camino especial de la Iglesia sino la Iglesia joven en camino, y que la animación misionera exige un esfuerzo transversal durante todo el recorrido de fe de los niños.
Durante la segunda parte del Congreso se presentaron las distintas experiencias. La República Checa presentó con solemnidad la Jornada de los niños y extendió el discurso a todas las actividades de la Infancia Misionera que abarcan la entera Comunidad cristiana: niño, animadores, sacerdotes y obispos. Un lento movimiento de evangelización que de los niños se dirige a los adultos. Se subrayó además la rica relación con las otras Direcciones Nacionales.
Los “Chicos de Jaffa” sorprendieron por la vivacidad de una actividad que logra sacar a los niños de situaciones de segregación brindándoles muchas oportunidades. Fue muy apreciada su creatividad y su dedicación al trabajo educativo, siempre en coordinación con la Dirección Nacional. Malta, con la presencia de su nuevo Director, destacó el trabajo sistemático que se realiza en los colegios y en las parroquias con niños y profesores. Han producido un excelente material de animación con métodos modernos de comunicación la fe.
Polonia se caracterizó por el acento específicamente religioso de los contenidos de la animación misionera, que sigue a los niños en todas las manifestaciones de su camino de fe, desde los sacramentos hasta el tiempo libre. Muy interesantes y bien cuidados los subsidios. El Líbano, a través de una excelente presentación, manifestó el esfuerzo por llegar a todas las confesiones religiosas y sobre todo la necesidad de mantenerse por encima de la situación trágica del país contribuyendo a dar esperanza en un contexto difícil. Excelente la obra de apertura hacía otras experiencias que enriquecen los contenidos pastorales de la animación misionera. Eslovaquia presentó varios subsidios de animación para los niños y las familias, subrayando la importancia de la animación misionera en los colegios donde se puede llegar a todos los niños.
Los participantes del Congreso escucharon las intervenciones con mucho interés, haciendo preguntas para profundizar en algunos aspectos y compartiendo la única misión educativa que cada uno desarrolla, en las distintas realidades, a nombre de la Iglesia. (S.L.) (Agencia Fides 20/11/2007; líneas 53; palabras 730)
