ASIA/NEPAL - FUERTE LLAMAMIENTO DEL JESUIT REFUGEES SERVICE A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL PARA RESOLVER LA CRISIS DE LOS REFUGIADOS BUTANESES EN NEPAL

miércoles, 12 noviembre 2003

Katmandú (Agencia Fides) - Una conferencia internacional que incluya a los gobiernos de Bután y Nepal, al Alto Comisariato ONU para refugiados (ANCUR) y a representantes de los refugiados, para encontrar una solución definitiva a la crisis de los refugiados butaneses en Nepal, que duran ya 12 años. Así lo pide con fuerza el Jesuit Refugees Service (JRS), organización de los jesuitas que se ocupa de la asistencia a los refugiados en diversas áreas del mundo. Con una coalición de otras Organizaciones no gubernativas, entre las cuales se encuentra Amnesty International y Human Rights Watch, el JRS denuncia el fallo de la última sesión de encuentros que tuvo lugar a finales de octubre en Thimpu, capital de Bután, entre los gobiernos de Bután y Nepal para resolver la crisis de los refugiados. Los dos estados anunciaron los encuentros bilaterales como un “histórico paso adelante” pero “a pesar de ello –señala el JRS - las negociaciones han ignorado la preocupación de la comunidad internacional y han fallado en su intentos”. La situación es ya alarmante , denuncia el JRS, ya que en los campos de refugiados no se respetan las normas de los derechos humanos y los derechos de los refugiados.
Mas de 100.000 refugiados butaneses - cerca de un sexto de la población de Bután – viven en campos del sur de Nepal desde principios de los años 90 cuando fueron expulsados de Bután por motivos políticos ( por apoyar a la oposición a la monarquía) y motivos étnicos (por ser de origen y cultura nepalí). Después del estallido, los gobiernos de Bután y Nepal, aceptaron en marzo del 2001 el dirigir un campo piloto de refugiados en el campo de Kudunabari, que alberga a cerca de 12000 refugiados para determinar su identidad y elegibilidad para volver a Bután.
Los resultados establecieron que más del 70% de los refugiados habían abandonado Bután voluntariamente, y habían presentado un petición de ciudadanía. Un 24% de los refugiados fueron clasificados como no-butaneses y el 3% -incluidos aquellos que habían participado en las consideradas actividades “anti-nacionales” para Bután - como refugiados que habían cometidos “actos criminales”.
A principios de noviembre el ACNUR anunció la puesta en marcha de programas de asistencia en los campos de refugiados.
(PA) (Agencia Fides 12/11/2003 Líneas: 32 palabras: 392)


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