AMERICA/COSTA RICA - Los Obispos piden que se elabore una Agenda Nacional de Desarrollo y un proyecto de país que responda a los intereses de todos, después del ‘sí’ al Tratado del Libre Comercio

martes, 23 octubre 2007

San José (Agencia Fides) - “Unidos como hermanos, construyamos Costa Rica” es el título del Mensaje emitido por los Obispos de Costa Rica ante las circunstancias actuales del país después de haber realizado el referéndum sobre el Tratado de Libre Comercio (TLC). Los costarricenses fueron llamados a las urnas el pasado 7 de octubre en lo que constituyó el primer Referéndum en la historia del país. Según los datos oficiales la participación fue del 60,2% de los votantes, superando el 40% que se requería para que el resultado fuera vinculante. Gano el si en la consulta electoral al obtener un 51,6% de los votos frente al 48,4% del no. Costa Rica era el único país que no había ratificado el TLC.
Según los Obispos este es un momento privilegiado para la nación, en el que “tenemos la gran oportunidad de escribir esta página entre todos y ennoblecer, una vez más, nuestra historia”. “La expresión entusiasta de la ciudadanía en este primer Referéndum de nuestra historia democrática - continua el Mensaje - debe interpretarse como un clamor del pueblo que aspira a alcanzar metas de contenido ético: una nueva manera de hacer política y de conducir la economía, un nuevo modelo de desarrollo y, en definitiva, la construcción solidaria de un proyecto de país”. Pero si bien el TLC fue aprobado por un poco más de la mitad de los electores, los Obispos afirman que no pueden despreocuparse “de un estimable sector del electorado que se expresa por la vía de la abstención, que alcanza alrededor del 40 % de los inscritos en el padrón que se abstuvieron de participar”. Según los Obispos “deben existir, pues, temas muy serios y de fondo para que los ánimos y voluntades del pueblo se concentraran de manera tan firme en direcciones tan diversas hasta el final”.
“La verdadera promoción humana debe ser integral, es decir, promover a todos los hombres y a todo el hombre”, continúan los Obispos. Por ello, con la aplicación del TLC “no debe haber ganadores y perdedores”. Por ello, “si por limitaciones del instrumento jurídico económico negociado, los beneficios del mismo se van a repartir de manera desigual, tenemos la obligación moral, pueblo y gobierno, no simplemente de mitigar o compensar a los afectados, sino de realizar los cambios necesarios para revertir los mecanismos generadores de desigualdad que se encuentran dentro de la misma dinámica de la economía”. Por ello, realizan un llamamiento a los laicos para que se preparen y se comprometan a intervenir en los asuntos sociales y al mismo tiempo los Obispos asumen la iniciativa de Aparecida de “incidir en la acción de los Estados para la aprobación de políticas sociales y económicas que respondan a las necesidades de la población y que conduzcan hacia un desarrollo sostenible”.
Concluyen los Obispos realizando un llamamiento “a todos los sectores, instancias y personas involucrados en el reciente proceso de referéndum para que, desde el amor patrio que les anima, promuevan el respeto a la voluntad de la mayoría y a la institucionalidad del país”. Además piden que se elabore una Agenda Nacional de Desarrollo y un proyecto de país que responda a los intereses de todos, siempre en un espíritu de diálogo. (RG) (Agencia Fides 23/10/2007 Líneas: 40 Palabras: 565)


Compartir: