AFRICA/SOMALIA - Agua, petróleo, intereses regionales y globales: el caos somalí no deriva solo de acciones de los protagonistas locales

lunes, 8 octubre 2007

Mogadiscio (Agencia Fides)- Uganda ha anunciado una nueva iniciativa de paz para Somalia mientras desde el atormentado País del Cuerno de África continúan llegando noticias de nuevos encuentros. Ngoma Ngime, enviado especial del Presidente ugandés, Yoweni Museveni, declaró que su gobierno está facilitando los coloquios entre el gobierno de transición somalí y los opositores, tanto aquellos de Somalia como aquellos que residen en el extranjero.
En los días pasados, se ha formado en Eritrea una alianza de opositores al gobierno de transición, que está apoyado por tropas etiópicas. Una situación que hace pensar a una suerte de “guerra por el poder” en tierra somalí entre Asmara y Addis Abeba. Pero la realidad somalí es mucho más compleja. Somalia está dividida en tres partes. Al norte Somaliland, que desde los años 90 ha declarado la propia independencia del resto del País, en la región costera del centro el Puntland, que reivindica su autonomía pero no parece intencionado a declarar la secesión, y finalmente el sur, controlado por el frágil gobierno de transición, asediado por grupos armados que cotidianamente realizan atentados en la capital Mogadiscio.
Una de las víctimas es Ahmed Jalow Adow, ex jefe de la inteligencia de Siad Barre, el dictador depuesto en enero de 1991, asesinado junto a sus guardaespaldas el 5 de octubre, en una emboscada en Mogadiscio.
Pero el desarrollo que más preocupa a los observadores locales es la tensión creciente entre Somaliland y Puntland. En los primeros días de octubre al menos 10 personas han sido asesinadas en enfrentamientos en la zona de Sool, al confín entre las dos regiones somalíes, donde desde hace años existen tensiones por el control de localidades ricas de agua (ver Fides 30 de octubre del 2004).
El Presidente somalí Abdullahi Yusuf Ahmed tiene su base de poder en el Puntland (es también el Presidente de esta provincia), donde se asiste a una progresiva fragmentación política, similar a la del resto de Somalia. El debilitarse de la base de poder del Presidente, refuerzas a sus opositores en el interior de su mismo gobierno, en particular el Primer Ministro, Ali Mohamed Gedi. Los dos principales exponentes del gobierno de transición, además de tener una diferente base de clan, luchan por el control de los recursos petrolíferos locales, que deben aún ser explorados y explotados. El Presidente alcanzó un acuerdo con una compañía china, mientras el Premier con un consorcio indonesiano-kuwaitano. (L.M.) (Agencia Fides 8/10/2007; líneas 31, palabras 418)


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